San Mamés pone el listón tan alto que sólo Mestalla puede superarlo
La Copa del Rey en San Mamés es otro rollo. Su afición vive de forma diferente el torneo del KO y se nota. Siempre se dice que el Valencia CF es un equipo bronco y copero, pero si hay otro en España al que se le puede catalogar de la misma manera, ese es al Athletic Club. Y es que la Catedral del fútbol sabe apretar y, al igual que Mestalla en un sinfín de noches históricas, sabe llevar en volandas a su equipo hacia la victoria. Pues bien, este jueves 42.902 leones han apretado de lo lindo. A la postre, empate y una conclusión: solo Mestalla puede superar lo visto este jueves y solo Mestalla puede levantar esta eliminatoria.
No había empezado el partido y el ambiente ya era tremendo, de esos que ponen los pelos de punta. Juego de luces, la txalaparta a escena i el himno del Athletic, primero con música y después a cappella. Después, presión a los jugadores del Valencia CF desde el primer minuto. Ambientazo desde los haya y el conjunto blanquinegro, con la mentalidad de salir vivo.
Y la presión de la grada no solo hacía los jugadores, sino también hacia el propio Munuera Montero. No había llegado el minuto 10 del encuentro cuando ya recibió la primera pitada monumental con gritos de "dile que se vaya". Todo por no pitar un agarrón intrascendente de Alderete en medio campo. Las protestas persistieron durante los 90 minutos.
Y qué decir de la presión que ejercieron sobre Mamardashvili. Primero, en el resbalón que tuvo en un saque de puerta. Más tarde, en el lío que casi monta al despejar un balón defectuoso de Diakhaby. Obviamente, no hace falta ni comentar el atruendo cada vez que el georgiano iba a sacar de puerta. La Catedral sabía que desde el inicio había que amedrentar a los jugadores del Valencia CF como fuese. Y además, sobre el entrenador. Pasada la media hora de partido llegaron los primeros cánticos de "p,,, Bordalás".
Y llegó el gol
Minuto 37, balón parado y gol. No hay ni que decir cómo celebraría cualquier estadio el primer tanto en unas semifinales de Copa. Ni un solo aficionado sentado, todos de pie y con las bufandas en el aire. Como se suele decir, se cayó el estadio. A ello, se le unieron de "lo, lo, lo, lo, lo".
El resto de la primera mitad, cánticos infinitos y presión incesante. Hasta incluso después del final, en la tangana que se formó con Diakhaby o Hugo Duro como protagonistas.
El silencio y una acción denunciable
La segunda mitad prosiguió el mismo curso que la primera. Cánticos sin parar de San Mamés haciendo honor a por qué le llaman la Catedral del fútbol. Ahora bien, el episodio negativo llegó con el gol del Valencia CF. Un periodista valenciano fue insultado y acusado de provocador por narrar un gol de su equipo. Ver para creer. Desde luego, ese episodio no muestra cómo es la afición del Athletic.
Tras el gol de Hugo Duro, la presión persistió y San Mamés la tomó fundamentalmente con Munuera Montero, aunque cabe comentar que Bordalás se llevó algún que otro cántico más.