Ferran Torres no está teniendo unos inicios fáciles en el FC Barcelona. Tuvo un inicio fulgurante con aquel gol en la Supercopa de España, pero desde entonces está gafado de cara a gol y ya está recibiendo algunas críticas de algunos sectores de la afición blaugrana, sobretodo tras el choque del pasado domingo en LaLiga Santander ante el RCD Espanyol. Pues este jueves, en la ida de la UEFA Europa League ante el Nápoles, falló lo infallable y solo un gol desde los 11 metros pudo maquillar un nuevo partido muy malo de cara a puerta del canterano del Valencia CF. Al término del encuentro, acabó al borde de las lágrimas. Su imagen fue realmente dura justo antes de visitar Mestalla.
Y es que lo intentó hasta en ocho ocasiones ante la meta defendida por Meret, el que más del conjunto blaugrana. Tres de ellas fueron bastante claras. De hecho, la primera clamorosa que desperdició terminó por costarle una desgracia al Barça. Ferran falló un mano a mano mandándola a las nubes y en el contraataque Zielinski anotó el gol que ponía el 0-1 en el marcador.
En la segunda mitad, el capítulo de fallos ante Meret no dejó de crecer y dejó dos acciones que debieron ser gol. Una a pase de Pedri casi en el 90' pudo hacerle puesto muy de cara la eliminatoria al FC Barcelona. El tanto de penalti, que significó el empate, maquilló un partido horrendo de cara a puerta, pero en el que lo cierto es que Ferran estuvo muy participativo.
Ferran no solo fue protagonista por lo que falló y por anotar el gol del empate, sino también por lo curioso de la camiseta que vistió. Al contrario que todos sus compañeros, su elástica careció de escudo ni del logo de la marca, algo que no deja de ser curioso.