El Valencia CF ganó ante el Granada CF en el partido correspondiente a la jornada 27 de LaLiga Santander disputado en Mestalla. Dos tantos de cabeza en tres minutos tras el descanso obra de Guedes y Maxi Gómez sentenciaron un choque en el que los andaluces mostraron sus carencias. Y es que, aunque acortaron distancias por culpa de un autogol de Guillamón y Jaume al alimón, inmediatamente después de penalti Carlos Soler puso el 3-1 de penalti. El equipo se ha encabezonado en no dar nada por perdido y, tras clasificarse para la final de la Copa logró la primera victoria del año como local en LaLiga Santander justo en el día en que el equipo celebraba su partido 2.000 en Mestalla.
De inicio Bordalás apostó por un once con rotaciones obligadas en todas las líneas. Apenas repitieron tres o cuatro jugadores de los que disputaron la semifinal de Copa del Rey. Por cambiar hasta tuvo que modificar el sistema y apostar por un 1-4-1-4-1 que al primer minuto tuvo su primera ocasión gracias a un tiro de falta de Soler que se fue fuera por poco y que en el segundo veía como Toni Lato se rompía. Enésima lesión muscular del equipo, cuarta o quinta del bravo lateral y en el 4 tuvo que salir Jesús Vázquez, que hizo un partido espectacular.
Aprovechando la ausencia, Myrto Uzuni de chilena, remató con peligro pero desviado a la puerta que defendía Jaume ante la ausencia de Cillessen y Mamardashvili, ambos lesionados. El Granada llega con la vitola de un flojo visitante que nunca había ganado en Mestalla y en el 11 Luis Milla pudo romper esa estadística.
Al Valencia con tanto cambio le costaba asentarse. Racic hacía de ancla en el medio; delante de él Soler, Yunus, Guedes y Marcos André trataban de inquietar a Luis Maximiniano. El brasileño, partiendo desde la izquierda, era el más inquieto de todos, pero ni por esas. En el 18 estrelló el balón en el palo pero estaba en posición adelantada y la jugada quedó invalidada.
Por la derecha era Guedes el que ponía los detalles de calidad y Foulquier el empuje, pero el partido estaba abierto y eran los nazaríes los que más ocasiones y más llegadas al área acumulaban al filo de la media hora. El equipo de Bordalás, con la estrella portuguesa poniendo todo de su parte, se estiró pero se le notaba cansado y como al Granada el empate le valía, contemporizó hasta el descanso.
Tras el paso por vestuarios el Valencia subió el nivel y empezó a acumular llegadas y ocasiones. Fue así como, a balón parado, llegó el 1-0 de Guedes, ¿quién si no? Carlos Soler sacó una falta lateral y Guedes tirándose en plancha de cabeza hizo el 1-0.
Casi a continuación, de nuevo Carlos Soler, esta vez al saque de un córner, la puso para que Maxi Gómez de cabeza hiciera el 2-0 que dejaba el choque prácticamente sentenciado, pero no totalmente. Y es que, en el 55, entre Guillamón y Jaume se colaron el 2-1. Cuando la tocó Myrto Uzuni la pelota ya estaba dentro.
El partido estaba loco y, por fortuna, Soler en el 61 de penalti ponía el 3-1. Torrente, un prometedor central, se llevó por delante a Maxi Gómez y el colegiado no dudó. El capitán no falló.
El Valencia se empezaba a gustar y Maxi desde el centro del campo casi anota el cuarto. El granada era un muñeco roto en manos del Valencia y Bordalás sacó a Bryan Gil y Hugo Duro para rematarlos y después a Hélder Costa y Mosquera -que jugó en el medio- para dar descanso a Carlos Soler y refresco a Marcos André.
El partido estaba sentenciado y sólo ver al gaditano Bryan Gil levantaba los olés y los oohhs en la grada. Con Guedes hacen locuras.