En el día internacional de la mujer nos llega la historia de Maruja Arqués, una valencianista luchadora como hay miles.
"En la Avenida de Aragón había un campo de flores que era de mi padre y ahí se caían los balones y venían a recogerlos los jugadores. Como agradecimiento nos regalaban las entradas y empecé a venir. Pero fíjate, te hablo que tenía yo 7 u 8 años", empieza a relatar su historia Maruja Arqués, socia y abonada del Valencia CF, que el pasado sábado 5 de marzo cumplía 80 años. Precisamente, el mismo día que el entrenador, José Bordalás.
Ese día no iba a ser un partido más en Mestalla, pues Maruja fue recibida con honores antes del partido de LaLiga Santander ante el Granada con un espectacular ramo sorpresa como regalo de cumpleaños por parte del club de sus amores. Maruja, muy emocionada, estuvo acompañada por su hija, María, y por su nieta Silvia. Tanto a María como a sus hermanos Paco, Alberto y Amadeo los ha criado sola, dando muestras de su gran fortaleza.
Maruja recuerda su viaje a Goteborg, cuando habló con el piloto antes de subir por primera vez al avión o cuando rompió aguas en Mestalla ante el Burgos. Fue en el parto con María y Paco, gemelos. "He tenido una vida mala pero si muero en Mestalla seré feliz", reconoce como se puede ver en el vídeo superior.
Su casa es un museo blanquinegro, con multitud de recuerdos de sus vivencias con el Valencia CF, al que ha acompañado en más de un viaje. Además, tiene una ninfa que se llama Amunt y que silva el himno del club. Sin duda, el gran amor de Maruja Arqués es el Valencia CF.
El día tan especial que Maruja pasó en Mestalla contó con un sentido colofón final: la fiesta valencianista que sus vecinos de Benimaclet prepararon para ella en el barrio.