Canales mete miedo al Valencia CF: "La Copa era un objetivo antes de empezar la temporada"
La final de la Copa del Rey está a la vuelta de la esquina y se notan las ganas en el Valencia CF y el Real Betis. No es de extrañar. Ganar un título no es algo que pase todos los días y seguro que uno y otro equipo irán a por todas el próximo 23 de abril en La Cartuja. Así lo ha hecho saber más de una vez José Bordalás o alguno de sus jugadores. En el bando bético, es Sergio Canales el que ha hablado sobre ello en Universo Valdano. En un avance de la entrevista al futbolista cántabro, explica lo siguiente: "A mí lo que más me gusta no es que hemos llegado a la final, sino que hemos tenido la intención de hacerlo. Era un objetivo antes de empezar la temporada. El día que nos eliminaron el año pasado nos dijimos que teníamos que ir a por la Copa. En este caso, le doy mucha más importancia porque el equipo ha sido valiente y se ha atrevido a mencionarlo".
De hecho, Canales ahonda en la exigencia que se marcó el equipo: "Muchas veces, equipos como nosotros es 'no nos pongamos responsabilidades grandes, que así mejor, y si luego lo consigues...' No. Esto hay que ir y, como te he dicho antes, sin miedo a fracasar. Al final estamos para ganar".
Canales habla de su etapa en Mestalla
En el seno del programa, también recordó sus tiempos en Mestalla. "En el València estuve dos años y medio. Fui al europeo Sub 21 de Israel y me hice un desgarro en el isquiotibial en el primer partido. Y aquí empiezo a dudar. Necesitaba un cambio de aires", explica el futbolista que asegura que "el club continuaba confiando en mí, le tengo máximo afecto, pero en enero mi jefe no estaba para competir. No me sentía fuerte, no sé si tenía miedos, pero no estaba libre. Y para competir en un València luchando por Champions no me sentía con la responsabilidad que me habían dado. Y decidí cambiar de aires".
El paso de Canales por el Valencia estuvo marcado por dos graves lesiones que minaron su confianza, tal y como reconoce: "En la primera lesión estuve cuatro meses y medio o cinco de baja y en la segunda me reuní con muchos expertos para ver donde me operaba. Llegué al doctor Cugat y me dijo que iban a ser nueve meses. Mentalmente fue un palo muy gordo".