Bordalás cumplió con su palabra. A siete días de la final de la Copa del Rey, el entrenador del Valencia CF decidió no hacer un ensayo general y dio minutos a los jugadores de su unidad B. Aunque el conjunto che todavía tiene al alcance de la mano la clasificación para la plaza que da acceso a Conference League, la cuenta atrás para la Copa ya es una realidad. Racic, Helder Costa, Ilaix Moriba y Foulquier fueron los elegidos para suplir a los habituales titulares que el técnico alicantino ya cuida de cara a la final del 23 de abril.
En la rueda de prensa previa al partido ante CA Osasuna, José Bordalás aseguró que había ilusión depositada en Liga pero que no iba a correr ningún riesgo. Así fue. Estandartes de la plantilla como Carlos Soler o Alderete, ambos disponibles, quedaban fuera del once para recibir a los navarros en Mestalla. A ellos, había que sumarles las bajas de Yunus Musah y Paulista, titulares en Vallecas; y de Maxi Gómez que no termina de recuperarse de sus molestias.
La solución pasó por un once híbrido con jugadores que serán titulares en el Estadio de la Cartuja con otros menos utilizados. El Valencia ha de afrontar una semana vital para cumplir los objetivos de la temporada, y ello pasa por dosificar esfuerzos y exprimir a aquellos que han sido menos utilizados. No obstante, la actuación de los elegidos por Bordalás fue dispar, insuficiente, con más luces que sombras, y con el foco bajo uno de ellos.
Si bien Foulquier ha disputado muchos minutos a las órdenes de Bordalás esta temporada, todo apunta que será suplente en La Cartuja. A Foulquier se le vio nervioso en la primera parte y ya entonces vio una tarjeta amarilla que le impedirá jugar el martes ante el Villarreal. Sin embargo, al comienzo de la segunda parte cometió un penalti por mano tras el control de David García en el área.
Sin duda, fue una acción que condicionó el resultado y su actuación en el partido. El lateral procedente del Granada también tuvo algo que ver en la acción del segundo gol al no poder tapar el centro que Rubén García le sirvió a Budimir en el segundo palo. En general, Dimitri Foulquier fue uno de los señalados en el último partido de LaLiga Santander en Mestalla antes de la final de Copa.
En cuanto a las otras apuestas de Bordalás, Racic, Ilaix Moriba y Helder Costa no fueron nada decisivos. Bordalás tuvo que recurrir al banquillo para buscar la reacción con el 0-1 en el marcador. En ese instante, tanto Helder Costa -que alternó la banda izquierda con la derecha- como Ilaix fueron sustituidos. El angoleño fue de más a menos pero provocó dos amarillas, ante Oier y Lucas Torró, gracias a sus conducciones a la contra. Ilaix, en cambio, que ha ido perdiendo peso en los onces, estuvo algo menos participativo.
Con todo, Uros Racic es el que más adaptado parece en sus aportaciones. El serbio se asomó al área con un gran disparo en el minuto 13 que escupió Sergio Herrera. Además, ganó por arriba el córner que terminó en el gol anulado a Hugo Guillamón. En una de las últimas acciones del partido, Racic se resintió del gemelo y terminó con calambres el partido.
En la recta final del encuentro, también participaron Mosquera y Jesús Vázquez para dar descanso a Diakhaby y Gayà, respectivamente. Con Paulista entre algodones, Bordalás tampoco arriesga con sus defensas.
A pesar de que las rotaciones evidencian que el partido más importante es el del próximo sábado 23 de abril en La Cartuja, Bordalás transmitió, según sus palabras en rueda de prensa, que el partido ante Osasuna era una oportunidad para llegar en un buen estado de forma: "Lo que sí que le he trasladado a los jugadores es que para ganar una final hay que llegar en un gran estado de forma y para eso hay que dar el nivel en LaLiga".
Ahora, con el partido ante el Villarreal CF en medio de una semana clave, la gestión de la plantilla de Bordalás será otro de los condicionantes en el partido que el Valencia disputará en el Estadio de la Cerámica.