Siempre se dice aquello de que en las finales, nadie se acuerda del subcampeón. Y ayer el Valencia CF no solo perdió la final de la Copa del Rey y esa posibilidad de que la memoria colectiva le recordase como campeón de 2022. Europa también se esfuma y con ella la viabilidad de un proyecto a la deriva en el que esos ingresos hubiesen sentado como agua de mayo. La afición acabó desolada. Pocas cosas duelen más que perder un título en una tanda de penaltis, pero la reflexión profunda de hacia dónde va este Valencia CF se ha de hacer ahora, en frío, sin el lamento de la derrota. Carlos Soler y José Gayà ya lo comentaron tras el partido: sabían que se jugaban la temporada a una carta y que ahora todo es más complicado de cada a la 2022/23.
José Bordalás quiso esquivar en primera instancia responder a la pregunta de hacia dónde va el Valencia CF: "Ahora son momentos difíciles. Cuando pierdes una final, todos estamos tristes, pero esto forma parte del fútbol. Estamos tristes pero orgullosos de jugadores y afición. Ha estado en todo momento con el equipo y ahora no podemos lamentarnos. Hay que levantarse de manera inmediata, mirar el presente y eso es que ahora volvemos a competir en LaLiga e intentar sumar el mayor número de puntos para quedar lo más arriba posible".
A la segunda, ya advirtió que eso no le toca a él: "Es momento de recuperar el ánimo. No puedo hablar yo del futuro del Valencia CF. No soy la persona que deba hacerlo. Yo soy el técnico. Vamos a ver qué nos depara el futuro. Todos queríamos el título y el pase para estar en Europa. No ha podido ser y ahora toca continuar".
El Valencia CF perdió una oportunidad de entrar en Europa y salvaguardar un proyecto, pero también perdió una oportunidad de devolver a sus aficionados lo que tanto les han dado incluso en los peores momentos. Aunque los valencianistas se fueron con la cabeza bien alta tras haber pasado un día de ensueño, la guinda, como es obvio, debía ser la novena.
Ahora, atrás quedan las noches coperas ante el Cádiz CF y sobre todo ante el Athletic, con la posterior celebración en los aledaños de Mestalla. Atrás queda el gol de Hugo Duro en San Mamés o aquel penalti que no se pitó en el descuento ante el enfado de todos. Atrás queda, en fin, la edición de Copa de 2022, en la que José Bordalás y los suyos, contrarios a la dinámica en LaLiga, hicieron que millares de valencianistas creyesen firmemente en que la novena era posible. La tocaron con la mano, pero como dijo Gayà: "Volveremos".
No se puede decir que el Valencia CF pierda ya, a 24 de abril, a Hugo Duro y Omar Alderete, pero sus fichajes ahora se complican un poco más. El club estaba haciendo malabares para poder acometer la opción de compra del delantero... pues imagínense sin Europa. Del paraguayo, más de lo mismo. Si el Valencia CF hubiese ganado, la opción de compra pasaba a ser obligatoria por entrar en Europa. Desde luego, relación calidad-precio, pocos hay como él en el mercado.
Y la otra cara de la moneda va más allá de los futbolistas que no va a poder fichar el Valencia CF. El asunto ahora es que debe desprenderse de algunas de sus piezas importantes. Guedes tiene muchas papeletas, pese a estar cómodo en la capital del Túria, y Soler y Gayà todavía no han renovado. Hay demasiadas incertezas en lo que a confección de plantilla se refiere. El club estaba aplazando todas sus decisiones a saber qué pasaba con la Copa y ahora...
Sin la novena Copa del Rey, que es lo más duele, sin Europa, sin los ingresos que todo ello supone y con una afición que clama contra la propiedad, el futuro del club pasa por su gente. Una gente que ni en un día tan señalado en el calendario olvida las protestas contra Peter Lim. El valencianismo protestó en La Cartuja en el minuto 19. Esta práctica venía siendo habitual en Mestalla y también se vio en algunos desplazamientos como el del Martínez Valero, pero nunca en un encuentro de tal calado.
Durante los 60 segundos que duró la protesta, se escucharon los cánticos habituales, entre el que destacó el "Peter, vete ya". También se escuchó el "Anil, canalla, fuera de Mestalla". Todo esto ante la atenta mirada de Kiat Lim, que estaba en el palco de La Cartuja.
En un día para el recuerdo del valencianismo en el que pasó de todo, también habló para los medios del club el hijo del Peter Lim, ¿el heredero? Dejó caer lo siguiente: "Queremos la Copa y queremos títulos, pero también el Club tiene que (ser estable financieramente) para existir y ganar trofeos".
Sobre su padre, apuntó que "él está aún más entusiasmado que yo con el partido. Aunque mi padre no puede estar aquí, espero estar aquí más a menudo en el futuro para representarlo, pero se levanta para cada partido a las 3 o las 4 de la madrugada hora de Singapur y ve cada partido. Sé que va a estar viendo el partido y va a estar viéndolo a la misma hora que nosotros".
Muchas incógnitas y un futuro incierto en el Valencia CF. El tiempo dirá, pero la llama del valencianismo está viva. Muy viva.
Mis Felicitaciones para todo el Valencianismo de un BÉTICO, son Gente Encantadora y como decimos en el Sur Muy buena Gente, EL Valencia es y siempre Será un Grande, hemos convivido las dos afciones Juntas en la Ciudad sin ningún problema, Nosotros hemos pasado un Calvario de 15 años por un Personaje que nos dejó Arruinados, pero de todo se sale con mucho esfuerzo y no me cave ninguna Duda que el Valencia y los Valencianos lo conseguirán, AMUNT VALENCIA.