La Comisión Antiviolencia acordó declarar partido de alto riesgo el derbi valenciano de la próxima jornada de LaLiga Santander en Primera división, que enfrentará en Mestalla al Valencia CF y el Levante UD, según confirmó el ministerio del Interior. Se espera gran presencia de aficionados granotas ya que los jugadores han costeado sus entradas.
El choque, correspondiente a la jornada 34 del campeonato, se jugará el próximo sábado día 30, a partir de las 18.30 horas.
2 "La Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte ha declarado de alto riesgo el encuentro de Liga de Primera División Valencia CF - Levante UD, que se disputará el próximo sábado, 30 de abril, en Valencia", escribe el texto sobre un duelo que será clave para los granotas, penúltimos en la tabla, y su objetivo de la permanencia, que ahora tiene a seis puntos.
La ley 19/2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte otorga a la Comisión Antiviolencia la capacidad de declarar de alto riesgo determinados encuentros, declaración que implica la obligación para los clubes de reforzar las medidas de seguridad y que conlleva un aumento del dispositivo de las fuerzas de seguridad.
La posible presencia de aficionados catalogados como peligrosos, los precedentes de confrontaciones entre las aficiones de los equipos contendientes y la rivalidad deportiva entre los clubes son parte de los criterios que condicionan que un partido se declare de alto riesgo, indicaron fuentes de la Comisión Antiviolencia.
Más policía
La catalogación de alto riesgo, además de fortalecer el cuerpo policial, obliga a reforzar también por parte de los clubes, según la ley, aspectos como el sistema de venta de entradas, la separación de las aficiones rivales en zonas distintas del recinto y el control de acceso para el estricto cumplimiento de las prohibiciones existentes
El artículo 12 de la ley habilita a la autoridad gubernativa a imponer a los organizadores medidas especiales como disponer de un número mínimo de efectivos de seguridad e instalar cámaras en los aledaños, en los tornos y puertas de acceso y en la totalidad del aforo para grabar el comportamiento de los espectadores.
Igualmente permite realizar "registros personales, aleatorios o sistemáticos en todos los accesos al recinto" o en los de entrada a gradas o zonas del aforo en las que sea previsible la comisión de conductas violentas o que inciten a la violencia, así como racistas, xenófobas o intolerantes en el deporte.
La instalación de circuitos cerrados de televisión para grabar el aforo completo del recinto desde el principio del espectáculo hasta el desalojo del público es otra de las indicaciones de la ley, que obliga a advertir a los espectadores de la adopción de estas medidas, con su impresión en el reverso de las entradas, así como en carteles en el acceso y el interior de los recintos.
La Ley recuerda también que "queda prohibido cualquier tipo de apoyo, cobertura, dotación de infraestructura o de cualquier tipo de recursos a grupo o colectivo de seguidores de un club, con independencia de tener o no personalidad jurídica, de estar formalizado o no como peña o asociación, si no figura, el citado grupo, sus actividades y sus responsables en el Libro de Registro y si en alguna ocasión ha cometido infracciones tipificadas en esta Ley", añade la norma.