Lecciones para el futuro del Valencia CF desde Mestalla: Giorgi, el mediocentro y el arbitraje de la Federación
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De esto se queja el Valencia CF antes de la final: penaltis, manos, arbitraje, VAR...
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Bordalás ya pide fichajes: "Hay que valorar si con el equipo que hay, se necesita más ayuda"
Giorgi Mamardashvili, Figueroa Vázquez y el sistema son los tres nombres propios de las lecciones que deja el derbi para el futuro del Valencia CF, que no depende de sí mismo para ir a Europa.
El derbi del Valencia CF contra el Levante UD dejó varias lecciones para el futuro en clave blanquinegra. Bordalás tiene claro el sistema, hay un jugador que queda señalado positivamente como es Giorgi Mamardashvili y el arbitraje ha terminado por arruinar una temporada floja de los de Mestalla. Ahora que LaLiga Santander va hacia su final, bien haría el Valencia CF en aprenderlo.
Giorgi, cuando 25 millones se quedan cortos
Ni rotaciones, ni descansos ni nada, el georgiano Giorgi Mamardhasvili ha desbancado a un veterano como Jaume y a un internacional como Cillessen. Tras su fichaje, obligatorio, su cláusula de rescisión es de 25 millones de euros, una cantidad que, teniendo en cuenta su juventud y su proyección, pueden quedarse cortos cuando haya un movimiento sísmico en el mercado. A sus 21 años está sin duda llamado a ser el portero del Valencia CF para la próxima década.
El sistema o el mediocentro
A Bordalás se le pueden criticar muchas cosas, pero no que no se haya reinventado al equipo a falta de un mediocentro desde verano. Sin un jugador específico, ha armado un 1-5-3-2 que casi es infranqueable. Secó las goleadas en contra -aunque el Levante terminó marcando- y que ha permitido al equipo dejar de sufrir. Aún así, lección para el futuro: ni Racic, ni Guillamón, ni Moriba son el 6 que necesita este equipo. Urge un refuerzo en esa zona y Bordalás no hace más que pedirlo.
El Valencia CF y los arbitrajes de la Federación
El Valencia CF no está teniendo fortuna con el colectivo arbitral. Si durante toda la temporada ha habido jugadas polémicas que han perjudicado al conjunto che, estas dos últimas jornadas han puesto de manifiesto que la entidad valencianista tiene motivos de sobra para clamar al cielo por el trato arbitral. Pese a que el juego de los pupilos de Bordalás tampoco invita al optimismo, ni muchos menos es justificable que los colegiados, tanto los de campo como los de la sala de VOR, no sean capaces de arbitrar de forma equitativa para ambos conjuntos. Si antes de la final fueron Melero López, con la ayuda de Medié Jiménez, el protagonista del choque frente al Osasuna, y después Munuera Montero y González González no iban a ser menos contra el Villarreal.
En esta ocasión es Figueroa Vázquez el que deja su impronta con una expulsión moderna, de VAR que él mismo consideró amarilla.
Del arbitraje permisivo de la final, ni comentamos. Cuando perdono la expulsión de Guillamón tras 9 faltas, con cuatro de tarjeta o de Alderete, algo parecido. No apareció el antifútbol habitual de Bordalás, pq el Valencia no se puso por delante. Si no, se hubiese dejado de jugar mucho antes, no pudiendo disfrutar los espectadores de un espectáculo como vivimos, con un partido de poder a poder entre dos equipos jugándose la vida.