La lógica incomprensible de Peter Lim

En estos momentos que escribo la columna semanal, la primera tras el final de LaLiga Santander, Anil Murthy estará camino de su Singapur natal para, entre otras cosas, escuchar qué tiene que decir Peter Lim sobre el Valencia CF que se compró y que ahora languidece. Nadie, 'ni el más pintao' sabe qué pasa por la cabeza del magnate y qué narices ha sucedido para que, antes de la pandemia, aún se dejara ver por Mestalla y viajara, por ejemplo, a Amsterdam para ver a su club y ahora ni se le vea, ni se sepa de él y lo que vemos que hace con su club o que deja hacer nos sienta a todos como una patada en el píloro.

Después de dos décadas como periodista deportivo, casi un lustro con el actual presidente del club y ocho con el máximo accionista singapurés, todavía no les he cogido el punto y, mucho menos me atrevo a predecir cuál será su siguiente paso. ¿Y saben por qué? Pues porque normalmente lo que me dicta mi sentido común es justamente lo contrario de lo que luego hacen.

Si yo fuera Peter Lim

Cuando uno se pone a contar las noticias que le cuentan o a explicar la actualidad del Valencia, procura ponerse en la mente del presidente, del máximo accionista y prever el siguiente paso. Por ejemplo, si yo fuera Lim y hubiera tenido alguna oferta medio digna habría vendido el Valencia (a lo mejor no le ha llegado). Si yo fuera Lim haría algo para aplacar a las masas que se lanzan a la calle para protestar contra mí. Buscaría, por ejemplo, a una cara amable, un portavoz valenciano, un director general de fútbol, gente que sea cercana a la gente, si es que he decidido que voy a seguir en esta aventura.

Sigo. Si fuera el magnate de Singapur procuraría mejorar mi economía haciendo un equipo que compita por entrar en Europa, cuyos jugadores se revaloricen y pueda venderlos por un dineral, no regalarlos. Vendería lo justo e invertiría.  Es más, si yo fuera Peter y faltaran 15 ó 20 millones para avalar el Nuevo Estadio vendría, los avalaría y daría luz verde a una obra que lleva 13 años parados.

El otro día veía un vídeo (tuit de abajo) en el que Lim celebraba como un forofo la clasificación para la UEFA Champions League de 2015 ¿Qué ha cambiado? ¿Ya no le gusta el Valencia? ¿No quiere hacer felices a los aficionados que lo idolatraron y ahora lo abuchean?

Sinceramente, amigo lector, para mí es incomprensible. Ni aquel Lim tenía la imagen de un inversor que venía sólo a especular con venta de jugadores, ni el actual se parece a un aficionado al fútbol que se levanta a ver los partidos de fútbol de su equipo de madrugada tal y como nos contó su hijo Kiat Lim. (Vídeo inferior).

¿Dónde está el Lim que fue con su avión para fichar a Guedes con su amigo Nasser Al-Khelaïfi? Pues como no lo sé, les contaré que en el viaje a Singapur de Murthy puede pasar casi cualquier cosa.o no puede pasar nada, desde que descabece al propio Anil, a que lo refuerce; desde que diga que invierte para mejorar al equipo, hasta que hay que vender hasta el apuntador. ¿Le influirá la manifestación del sábado del Celta? Si yo fuera él, a mí me haría reflexionar; lo mismo que todas las declaraciones de los políticos contra él y contra el representante que mantiene en Mestalla. Pero claro, mi lógica no es la de Peter Lim por suerte o por desgracia. Eso, ya júzguenlo ustedes. Feliz semana.

David Torres

Delegado de ElDesmarque en València

dtorres@eldesmarque.com