Rubiales admite que el Valencia CF es uno de los equipos que peor le caen

Luis Rubiales la ha vuelto a liar y ahora han salido a la luz unos mensajes en los que admite que el Valencia CF está entre los equipos que peor le caen. Lo dice de manera textual y clara, lo cual deja entrever que muchos de los conflictos que ha habido entre la RFEF -fundamentalmente el de la Supercopa- y la entidad valencianista tengan una explicación.

El Confidencial, el medio de comunicación que destapó aquellos audios entre Piqué y Rubiales o también una conversación entre el presidente de la RFEF y Salvador Gomar, presidente de la Federación Valenciana de Fútbol, ha sacado ahora a la luz otros mensajes comprometedores. En estos, Rubiales admite a su padre que el Valencia CF le cae mal: "A mí (me caen mal) en este orden Villarreal, Sevilla y Valencia". Su padre también incluye al conjunto blanquinegro entre los equipos que menos le gustan. Se ceban sobretodo con el Sevilla FC y su presidente.

La guerra empezó con la Supercopa y siguió con arbitrajes

Aunque los audios entre Piqué y Rubiales crearon revuelo sobre la Supercopa en Arabia, el único club que puso en su día el grito en el cielo y todavía sigue adelante es el Valencia CF. Fue fundamentalmente por el reparto de la cuota de beneficios que se hizo entre los clubes que la disputaron. El pasado mes de junio, fuentes del club explicaban a ElDesmarque Valencia que "los audios de El Confidencial refrendan nuestra defensa de que en la Supercopa de 2019 hubo un reparto arbitrario, que no hubo acuerdos de la asamblea (no fueron aprobados en junta) y que esto se repartió en conversaciones de WhatsApp. Nuestra demanda era una defensa por el fútbol español, fuimos los primeros afectados, pero después han venido otros, como el Athletic Club. En contra de los perjuicios que podría tener, el club fue adelante, no aceptó minucias las negociaciones y club se ha mantenido firme", aseguran en referencia a que la demanda seguirá su curso.

En su día el Valencia criticó al cambio de modelo que se estableció ese año para la Supercopa, que pasó de dos a cuatro participantes (se invitó al Real Madrid y a Atlético de Madrid) y que disminuía sus opciones de triunfo, y especialmente lo hizo por estar el torneo ya en marcha y tener contendientes.

Este fue el inicio de la guerra entre el Valencia CF y la RFEF, que ha seguido con malos arbitrajes en contra de los de Mestalla o con aquella injusta y desproporcionada sanción a José Gayà.

La indignación del valencianismo con Rubiales

Así ha reaccionado el valencianismo en redes sociales: