"Este es el tema delicado de estos cuatro días. En una acción fortuita, haciendo un centro, ha tenido un pequeño problema, pero la información pertenece al jugador y a los médicos y mañana tomaremos una decisión al respecto. Es la noticia desagradable de estos primeros días”, decía Luis Enrique este jueves y este viernes se ha confirmado el peor de los presagios: Gayà abandona la concentración y se pierde el Mundial. Tras un primer amago de la Federación, que después fue borrada, aún no es oficial, pero Gayà ya lo sabe. El zurdo regresará para España y no se ha hecho oficial antes es porque la FIFA tenía que pronunciarse ya que la lesión es leve y eso no le impedía jugar más partidos del Mundial.
Sin embargo, este viernes por la mañana al futbolista le han comunicado la decisión que, únicamente queda que se haga oficial cuando los galenos de la FIFA autoricen a España a sustituirlo. Algunos medios ya hablan de su sustituto de Alejandro Balde.
La noticia cae como un jarro de agua fría en Valencia que no se entiende que Luis Enrique sea tan taxativo con el caso de Gayà cuando en la última Eurocopa de 2020 -disputada en 2021- Busquets pasó por una situación similar (era baja para 15 días por COVID) y Luis Enrique decidió esperarlo. En este caso, aún sabiendo positivamente que la baja no es de mayor de 7 a 10 días, la selección ha decidido darle de baja. Busquets no pudo participar hasta el tercer partido.
La Selección española, tiene hasta 24 horas antes del debut para decidir si finalmente sustituye o no a Gayà. En concreto, el día 22 a las 17 horas debería haber tomado y comunicado la decisión. Eso sí, para dar la baja a un jugador, la normativa pide que se acredite que la lesión sea grave y que le impedirá jugar todo el torneo, cosa que no parece suceder en el caso del valencianista.
Como apunte, debe acreditarse que se trata de una lesión de carácter grave y le haría perderse el torneo.#Catar2022 pic.twitter.com/KNXC4Bp1hY
— Mario Selma (@VCF_Blog) November 17, 2022
Una vergüenza lo que han hecho a una persona magnífica como es Gaya