El Valencia CF acumulará este lunes un total de mil días sin disputar partidos de competiciones europeas, un registro que se da por primera vez en un siglo XXI, en el que el equipo de Mestalla ha conseguido disputar dos finales de la UEFA Champions League, además de ganar una Copa de la UEFA y una Supercopa de Europa, registros que contrastan con la sequía actual.
Desde la llegada en 2014 de Peter Lim al club como máximo accionista de la entidad, el Valencia sólo ha accedido a torneos europeos en tres de las ocho campañas ya completadas y este año, en el momento del parón del Mundial, es décimo, aunque a dos puntos de los puestos europeos.
El club valenciano, acostumbrado a participar en competiciones europeas desde que en los años sesenta del pasado siglo se estrenara en la Copa de Ferias, en la que levantó el trofeo en las dos primeras ediciones que disputó (1961 y 1962), no ha competido en partidos europeos desde el 10 de marzo de 2020, cuando fue eliminado en los octavos de final de la Liga de Campeones por el Atalanta, que ganó el encuentro de vuelta de aquella ronda continental en Mestalla (3-4).
Desde entonces, el club ha acumulado dos novenos puestos y un décimo tercero en el torneo liguero, posiciones que le han imposibilitado clasificarse no solo para la Liga de Campeones, sino también para la Liga Europa o la Conferencia y que le han empujado a una travesía por el desierto por la que han pasado cinco entrenadores y dos presidentes sin una mejoría suficiente como para volver a Europa.
Esta racha supera a la vivida entre 2016 y 2018, la mas larga hasta ahora de este siglo, cuando no se clasificó para Europa en dos campañas consecutivas, y acumuló 916 días sin disputar partido europeo alguno.
El club, habituado en años anteriores a clasificarse temporada tras temporada para torneos continentales, tal y como muestra el dato de acumular un total de 349 partidos en competiciones europeas, vivió sus etapas más largas fuera de estos torneos entre las décadas de los setenta y los ochenta del pasado siglo.
A pesar de disputar en 1953 y de forma ocasional la extinta Copa Latina, su primer torneo europeo, una competición que reunía a los campeones de Liga de Italia, Francia, Portugal y España, el Valencia empezó a participar con asiduidad en competiciones con presencia de clubes de la mayoría de los países del continente en 1961.
Su peor racha la vivió todavía en el pasado siglo cuando entre 1983 y 1989 y con un descenso a Segunda División de por medio, pasó 2.373 días sin jugar Europa, con lo que superó la de 1972 a 1978 (2.135 días) y la de 1993 a 1996 (1.043), un registro que superará este próximo enero.