Chemo del Solar fue uno de esos jugadores que pasó por el Valencia CF sin pena ni gloria. Jorge Valdano lo fichó proveniente de uno de los mejores Tenerife de la historia, pero la destitución del argentino tras la tercera jornada de LaLiga lo cambió todo. Jugó apenas 13 partidos durante la 1997/98 y ahora habla sobre la influencia que tuvo de Claudio Ranieri, que fue quien cogió las riendas del equipo: "De todos los entrenadores que tienes como jugador, aprendes. Yo me siento muy influenciado por Jorge, pero también agradezco haber trabajado con Ranieri. O con Cappa o Juanma Lillo".
En esta entrevista para The Coache's Voice, el ahora entrenador del Universidad César Vallejo CF, habla de su salto a los banquillos y de Jorge Valdano, que le entrenó en el Valencia CF: "Pasar a un banquillo como director técnico no me resulto extraño. Pero sí lo fue desenvolverme de cara a un grupo, porque no es lo mismo estar a un lado, como cuando eres jugador, que ser tú la persona que le habla a 28 tipos. Eso al principio cuesta. Salvo si eres alguien como Jorge Valdano y tienes la facilidad de palabra que él tiene. Jorge, lo viví en el Tenerife y Valencia, te convencía fácilmente desde la palabra".
Chemo habla también de Claudio Ranieri: "Son maneras de ver el fútbol por parte de cada entrenador. No hay dos iguales, como tampoco hay una idea buena y una mala. Todas son válidas si el técnico está convencida de ella. Me ocurrió con Claudio Ranieri, quien sustituyó a Jorge en el Valencia allá por 1997. Jorge había firmado por el Valencia y pidió mi contratación. Sin embargo, su etapa no duró lo esperado y salió en septiembre de 1997 del equipo".
Cuenta además una anécdota con el italiano en un entrenamiento con el Valencia CF: "Recibí el balón en mitad de la cancha y, como veía todo muy poblado por delante, me giré atrás y jugué con el portero. Pero ahí Ranieri saltó como una chispa. Paró el partido y tocó el silbato, al mismo tiempo que se dirigía hacia mí. '¿Qué haces?', me preguntó. Yo entonces me expliqué. Le dije que estaba jugando para atrás para iniciar una nueva jugada y girar el juego al otro lado. 'Pero ¿cómo que hacia atrás?', me gritó Ranieri. Yo le insistí en mi idea: 'Entrenador, había mucha gente por ese lado y si seguíamos por ahí, íbamos a perder la pelota'.
No obstante, asegura, su explicación no convenció a Ranieri, que le dijo que "el fútbol se juega para adelante, no para atrás”. Añade lo siguiente: "Todo esto, con voz enérgica. Ya te puedes imaginar cómo puede ser Ranieri en esos momentos. Claro está, yo no iba a ponerme a discutir con el entrenador. Por respeto, pero también porque Ranieri, al margen de eso, me caía muy bien. Tenía una muy buena relación con él, aunque viéramos el fútbol de otra manera".