El Valencia CF no pudo con el Real Madrid (1-1, 4-3 en penaltis) y se despide de la Supercopa de España. A pesar de la derrota, los de Gattuso mejoraron la imagen de los últimos partidos y algunos jugadores completaron actuaciones más que notables. André Almeida lideró durante 114 minutos como acostumbra el juego de creación ante la suplencia de Guillamón y de Ilaix Moriba. Siempre que el luso juega, el ataque del equipo cobra sentido. Por si había duda, se ha convertido en un líder dentro del terreno de juego y desprende ese marchamo de calidad que tienen los que son capaces de hacer algo diferente y que no es lejano en el club de Mestalla.
Sin embargo, esta vez tuvo que retrasar algo más su posición para acompañar a Yunus como lo hiciera ante el Cádiz. Almeida comienza a conducir y a combinar para esconder el balón y jugar su fútbol. Enfrente tenía jugadores como Valverde, Kroos, Modric o Camavinga. Precisamente, fue el francés el que le pisó y pudo salir expulsado con un pisotón por detrás en el minuto 41. Una acción clave para el transcurso del partido que obligó a Ancelotti a sustituirlo al descanso.
El Valencia CF que desplegó su fútbol en Arabia nada tiene que ver con el visto desde el retorno de LaLiga Santander. El culpable tiene nombre y apellidos portugueses. André Almeida se desplegó por Riad a un nivel superior al resto de futbolistas. Como si no costara a sus 22 años y apenas una docena de partidos en una liga con mayor escaparate. Presentó su mejor versión en el mejor escenario posible. Un despliegue mayúsculo hasta que muscularmente dijo basta a falta de 6 minutos para que terminara la prórroga.
En el minuto 21 probó fortuna desde la frontal en una acción que desvió ligeramente Lucas Vázquez. El mediocentro está sumando tangibles con goles y asistencias, pero también hace gala de una regularidad asombrosa incluso en los peores momentos del equipo. Una vez más, no bajó el listón tras el tanto de Benzema de penalti y se hizo el dueño del balón en la segunda parte después de las tablas de Lino.
El joven luso llegó antes del carrusel final de mercado como una apuesta de club. Su único paso por el fútbol profesional había sido el Vitória Guimaraes SC, que consiguió clasificar a la previa de Conference League por detrás de los grandes de Portugal y el Gil Vicente de Lino. Allí ya había tocado techo. Era reinventarse o la nada. Su calidad no se podía desaprovechar y el Valencia de Gattuso es un atractivo para todo futbolista de buen pie y asociación. No obstante, se zafó en defensa como exigió la prórroga y se cargó con un amarilla al cortar un peligroso ataque de Asensio.
Deja destellos de calidad cada vez que se enfunda la casaca del Valencia CF y se espera que sean muchos más, pues se le fichó hasta 2028. La afición lo viene comparando desde su debut con Pablo Aimar. El mago de Guimarães tiene la difícil tarea de olvidar a Soler y lo está consiguiendo a base de números y rendimiento que tienen enamorado a Gattuso. Está llamado a dejar huella en el coliseo valencianista, aunque su procedencia (es de Mendes) haga presagiar lo contrario.
El Valencia CF deja en las botas de André Almeida un gran porcentaje de la creatividad en el centro del campo. Ya ocurrió ante el Cádiz este pasado viernes, aunque la reacción no sirvió para rescatar punto alguno. Por su juventud y por su reciente llegada a la entidad, se podría esperar que su adaptación fuera más progresiva. No es en absoluto así. El líder Almeida habló sobre el césped del King Fahd Stadium de las intenciones del Valencia CF en esta Supercopa de Arabia: "Muy orgulloso del equipo. Hemos estado muy bien, casi perfectos. Demostramos nuestra calidad. Pienso que ahora la afición cree en nosotros".