La Copa agrava el divorcio entre la afición y Peter Lim: "Mestalla, despierta"

Noche triste en Mestalla. Lo que podría convertirse en un día mágico para el Valencia CF y su afición acabó en 15 minutos de protestas contra el equipo, la directiva y sobre todo la propiedad, personificada en Peter Lim. El tercer gol del Athletic Club, que significaba el adiós casi definitivo a la Copa del Rey -lo que seguía ilusionando mínimamente al valencinaismo-, hizo que los aficionados estallasen. Hubo cánticos de todo tipo: de insultos al máximo propietario los "diles que se vayan de una p... vez", "directiva, dimisión", "p... Meriton", "Peter, vete ya" o "Mestalla, despierta, esto es una mierda".

La afición, como siempre, ha estado a la altura de lo que significa este club y esta camiseta. Los jugadores, esta vez, no. Nerviosos desde el primer momento, ya desde el ecuador de la primera mitad recibieron pitos por jugar demasiado el balón atrás y por errores en salida de balón que pudieron costar más de un gol. En los dos tantos, dicho sea de paso, la fragilidad defensiva se evidenció. Mestalla despidió a los jugadores al descanso con una pitada atronadora.

Y Mestalla explotó contra Peter Lim

La segunda parte empezó con Mestalla apretando de nuevo. Aplausos a Mamardashvili para animarle tras los pitos recibidos en los primeros 45 minutos. Pero el equipo, lejos de reaccionar, apenas creó peligro. El tercer gol del Athletic fue lo que desató la ira de la afición, que no dejó de protestar desde el minuto 75. Hugo Guillamón, por ejemplo, recibió también una pitada monumental al ser sustituido.

Si la relación entre la afición y la propiedad ya estaba erosionada de por sí, lo de este jueves no deja a nadie indiferente. El Valencia CF dice adiós a la competición que mantenía viva la llama de la ilusión entre el valencianismo y ahora solo le queda navegar por la zona media de la tabla, si no cambia nada, o incluso luchar en el peor de los casos por mantenerse en LaLiga Santander.

Al final del partido, hubo pañolada con el "Peter, vete ya" de fondo. La afición también dejó cánticos como "los mercenarios se tienen que acabar". Eray Cömert se acercó a la Curva y estuvo más de un minuto hablando con los aficionados.