Gennaro Gattuso ya es historia. El Valencia CF confirmó esta tarde de lunes una salida "mutuo acuerdo" 24 horas después de ratificarle en el puesto y mostrarle su confianza, por lo que todo hacía presagiar que, más allá del acuerdo posterior, fue el italiano el que dijo basta y se quiso marchar. Ahora, según ha podido saber ElDesmarque Valencia, dos de las gotas que colmaron la paciencia de Rino fueron la no llegada de Saúl Ñïguez en estos últimos días de mercado y la renovación a la baja que ofreció el club a Toni Lato, oferta contraria a la que se había acordado en el viaje a Singapur a mediados de noviembre.
Pese a los resultados, la marcha de Gattuso, teniendo en cuenta lo que se vio a principio de temporada, parece producirse antes de lo que esperaban todas las partes. Su estilo convenció y mucho durante los primeros meses de competición y caló en jugadores y afición. No obstante, se fue desdibujando con el tiempo, llegaron los malos resultados y este mes de enero con un mercado que finalmente termina sin fichajes fue lo que terminó de 'acobardar' al italiano.
Solo hay que ver la despedida de Lato a Gattuso para saber lo bien valorado que lo tenía: "Grazie di tutto! Ha sido un auténtico placer conocerte y compartir vestuario contigo y con todo el cuerpo técnico. Es un orgullo y un placer encontrarse con personas como vosotros, gracias por todo lo que habéis hecho por mí!! Os deseo lo mejor!"
No sería correcto decir que el Valencia CF no se ha movido en el mercado, pero lo que está claro es que no ha fichado a nadie. Por Saúl, el que más fuerte ha sonado esta última semana de mercado, la entidad valencianista lo intentó hasta el final, pero no cuadraba por ningún lado en el FPF. De hecho, esa no llegada junto a la oferta de renovación a la baja a Toni Lato fueron dos de los detonantes de que Gattuso perdiese la paciencia. Un caso parecido al de Saúl fue el de Januzaj, que no llegó por el alto salario. Otro de los nombres que ha marcado el mercado ha sido el de Nahitan Nández, que ha sido el centrocampista que más ha sonado más allá de nombres como el de Bakayoko, Ademi o Bajrami.