El Valencia CF ganó ante la Real Sociedad en el partido correspondiente a la 23ª jornada de LaLiga Santander.. Un gol en propia puerta de Zubeldia en la primera mitad desniveló un choque que sirvió para que los de Mestalla lograran su primera victoria en 2023. Ha sido la primera en 2023, la más celebrada, la que necesitaba la afición, Baraja y el club para salir del pozo, la que acabó con lágrimas, las de Hugo Duro y de varios jugadores después de tres meses sin ganar.
En su estreno en Mestalla, Baraja , como contamos en directo, apostó por cerrarse atrás con Lato y Foulquier y meter un mediocentro como Guillamón para combatir a la correosa medular realista. Aún así, los txuri-urdines, de naranja en su visita a Mestalla, fueron los que primero avisaron con una llegada de Kubo. Aunque el Valencia no le perdía la cara al partido, la Real se fue haciendo paulatinamente con el control del juego y en el 16 Oyarzabal probó de lejos los reflejos de Giorgi Mamardashvili.
En el 22 Yunus culminó alto una larga y elaborada jugada de ataque del Valencia que buscaba reencontrarse con las buenas sensaciones del pasado cuanto antes. Por eso, en cuanto podía y André Almeida desplegaba el tiralíneas, montaba contras para ver si sorprendía a la Real.
Al Valencia CF le faltaba pegada porque llegaba pero no terminaba de rematar y tuvo que ser Zubeldia en propia puerta el que avanzara a los de Mestalla. Guillamón sacó en largo a Hugo Duro, este abrió a Lato que la puso al espacio a Lino. El brasileño enfiló la meta de Remiro, dio el pase atrás y Zubeldia se la metió cuando llegaba de nuevo Duro con la caña. 1-0. La suerte, al fin, se había aliado una vez con los de Mestalla. El estadio rugía, Baraja también y el equipo apretó los dientes para aguantar los cinco minutos que quedaban antes del descanso sin sufrir ante un rival que quiso empatar antes del descanso pero no lo logró.
Tras el paso por vestuarios, Baraja tuvo que cambiar a Gabriel Paulista lesionado por Eray Cömert. El turco pronto tuvo que estrenarse porque la Real, en el primer minuto tuvo un córner que casi entra. La sacó Giorgi abajo.
A la siguiente jugada, Hernández Hernández pitó penalti. El VAR lo avisó y lo anuló. Hugo Duro cayó pero Sola parece que no lo tocó. Mestalla bramaba pero se quedó con eso.
La Real intensificó el acoso y a los de Mestalla, que esta vez defendieron mejor los balones parados y los córners, salían a la contra cuando podían. Así, en el 57, Castillejo pudo ampliar la renta de los valencianistas, pero Remiro respondió de forma excelente dos veces.
El andaluz, agotado, dejó su puesto a Thierry. Baraja ponía doble lateral y reforzaba su costado ante la presencia de Aihen.
En una acción aislada, la Real pudo empatar a balón parado. Todo surge de una falta dudosa de Lato. El tiro de falta de Brais en la frontal acabó en córner sacado sin consecuencias. El Valencia sufría para mantener su ventaja a falta de un cuarto de hora, cuando Baraja sacó a Ilaix Moriba y Jesús Vázquez por Yunus Musah y Lato (se fue cojeando) para dar frescura a su equipo.
En la primera jugada, Jesús e Ilaix hicieron una jugada espectacular con dos paredes que el canterano mandó a la escuadra, donde Remiro puso la manopla para evitar el gol. El córner se sacó y Lino la estrelló en el palo y el meta vasco la desvió de nuevo a córner.
Como si de una final se tratara, porque en el fondo lo era, el Valencia apretó los dientes para poder defender el marcador. Mestalla animaba y los llevaba en volandas. Baraja lo había pedido en sala de prensa y desde el banco varias veces hizo gestos a la grada para que la hinchada se animara.
El colegiado se encaró con el técnico vallisoletano le recriminó una falta en contra que debió pitar a favor.
Con siete minutos de añadido, Baraja cambió el sistema, sacó a Cenk y sentó a Almeida para jugar con Diakhaby de pivote. Y el equipo aún tuvo una contra para poder marcar otro gol pero no lo hizo y el tiempo no pasaba. La Real colgaba balones, Giorgi y Hugo Duro tenían calambres y los más de 37.000 valencianistas presentes no podían estar sentados.
Se eternizó pero llegó el pitido final. Hubo lloros, suspiros de alegría y abrazos. La primera victoria de 2023, la más celebrada, había llegado. El equipo agradeció a Mestalla su apoyo desde el centro del campo.