El Valencia CF ha mejorado sus cifras notablemente desde la llegada de Rubén Baraja. Los blanquinegros han crecido mucho desde que el técnico volviera a casa en cuanto a resultados se refiere. Unos números que vienen cosechados gracias a su buen hacer en las distintas facetas del juego. El Pipo sabía de la gran debilidad de la plantilla y está logrando cambiar la dinámica mediante una mejoría tremenda a nivel defensivo: el gran debe de Gennaro Gattuso y Voro.
Las cifras hablan por sí solas ya que antes de la llegada de Baraja, el Valencia CF había encajado 26 goles en 21 partidos disputados entre sus dos predecesores. Una debilidad que el vallisoletano ha sabido reconducir desde su llegada y de que manera. Sin ir más lejos, cuatro encuentros ha dirigido junto a su compañero Marchena, dos como visitante y otros dos como local. Todos se han saldado con el mismo resultado (1-0). El Valencia CF del Pipo ha encajado dos tantos en cuatro partidos dejando la portería a cero en la mitad de ellos. Lo que supone 0,5 goles en contra por el 1,2 de sus predecesores. Los ha reducido a la mitad en apenas tres semanas. Una recuperación bestial en tiempo récord.
Baraja ha conseguido que el Valencia CF convierta Mestalla en un fortín. Un templo como los de antes del que ya no se escapan puntos. La defensa es un muro que, alentado por la afición valencianista, ha conseguido corregir los fallos de Gattuso en esta faceta del juego. Antes el equipo se complicaba mucho en salida de balón por el empeño del italiano en esta característica.
Sin embargo, el técnico vallisoletano ha conseguido que su plantilla evite tantos riesgos y despeje si es necesario. Ha logrado hacer una mezcla entre dos estilos distintos con un equipo que a nivel defensivo brilla muchísimo. Lo ha hecho en muy poco tiempo y tiene muchísimo mérito. El Pipo Barraca sigue aumentando su leyenda y quiere seguir este camino.
Baraja habló en la rueda de prensa posterior al partido ante Osasuna del enorme trabajo de sus centrales: "Estamos viendo que hay un buen rendimiento continuo. Diakhaby con Cenk, Gabriel, Eray con Cenk... Tenemos a dos con cuatro amarillas y estamos tratando de generar confianza para pensar que cualquier jugador que pongas en esa posición te pueda dar rendimiento. Quiero generar competencia para que en esas pequeñas sumas el equipo salga reforzado".
La falta de oficio está empezando a cambiar gracias al gran trabajo del técnico: "Sabemos lo que nos jugamos. Había una prolongación de siete minutos y hay que jugar con las armas que tengas para que no se juega en nuestra área. Es un equipo que tiene ganas de aprender y quiere, nosotros lo trabajamos. El equipo ha sabido cómo hacerlo ante un gran rival. Hemos sabido llevar el partido donde lo tenemos que llevar".