El de este sábado es un partido especial para Rubén Baraja. El Valencia CF visita al Atlético de Madrid en el choque correspondiente a la jornada 26 de LaLiga Santander y él se enfrenta al equipo que le catapultó a la élite. La del conjunto fue la última historia de amor del Pipo antes de llegar al club de Mestalla, pues cabe recordar que se retiró porque no se veía con fuerzas de seguir en otro equipo.
Rubén Baraja se formó en las categorías inferiores del Real Valladolid, pero en 1996 llegó libre al Atlético de Madrid. Tras un paso por el filial, se asentó en el primer equipo y en la 1999/00 sufrió un duro revés: el descenso a Segunda División. Fue entonces cuando el Valencia CF pagó su cláusula de rescisión (2.000 millones de euros, 12 millones de euros al cambio). Pedro Cortés lo anunció tras la Junta General celebrada en julio del 2000 y así se hizo efectiva su llegada. El resto es historia. Ahora, el Pipo volverá a enfrentarse al club que le dio cobijo durante cuatro temporadas y que le hizo madurar como futbolista de élite.
El equipo B rojiblanco con él en sus filas fue mejorando sus posición clasificatoria hasta acabar en aquella segunda plaza en 1998-99, solo por detrás del Malaga CF. En ese segundo equipo se encontraban nombres como Tevenet, Quinton Fortune, Lawal, Pablo García, que luego jugarían tanto en Primera División, como en el caso de Fortune en el Manchester United.
Ahora bien, su llegada al Valencia CF no fue sencilla. Ya lo admitió en su presentación como entrenador: "Cuando llegué el Valencia, yo era la tercera opción y al final se me eligió a mí porque las otras no se dieron". Y es que la entidad valencianista tenía como mejores opciones a Claude Makélélé y a Sergio González. Estas llegadas no fraguaron y terminaron decantándose por Baraja.
Rubén Baraja es una leyenda del Valencia CF que ahora intenta sacar al equipo del pozo desde el banquillo. Disputó un total de 362 partidos oficiales durante 10 temporadas en los que anotó 58 goles y dio 25 asistencias. Ganó dos ligas, una Copa de la UEFA, una Supercopa de Europa y una Copa del Rey.
Preguntado en su presentación por el riesgo que supone erosionar su leyenda por coger el banquillo en una situación delicada, fue claro: "Ese riesgo está y es algo que no voy a ocultar, pero la vida son momentos y decisiones. Considero que es una decisión valiente y que tiene riesgo, pero lo asumo. Me hubiese gustado llegar al Valencia CF en otro momento, pero vamos a dejar el 120 %, el máximo. Cuando dejas el máximo, las cosas pueden salir bien o mal, pero hay que afrontar con personalidad la situación y tratar de conseguir los objetivos".
2.000 millones de euros, 12 millones de euros al cambio... Toca, toca...¿Hay alguien en casa?