El Valencia CF salva con fe un empate que por fútbol se le quedó muy corto

Valencia CF y Rayo Vallecano cierran la jornada 27 de LaLiga Santander este lunes 3 de abril a las 21:00 horas en el estadio de Mestalla. Era un partido vital para los locales, que pueden aprovechar las derrotas de algunos de sus rivales directos para salir del descenso y encaramarse a la salvación. Lo mismo quería hacer el Rayo para no desengancharse de la zona europea. Los madrileños marcaron en casi el único fallo defensivo del equipo en el minuto 9 y, aunque el Valencia hizo méritos para empatar antes, el 1-1 no llegó hasta el 81. Fue demasiado tarde y gracias al empuje y la fe. Por fútbol habría merecido más el equipo de Baraja, pero si regalas en tu área y en la contraria no percutes, los resultados no llegan y las jornadas pasan.

En directo estuvo claro siempre que el duelo no sería sencillo. De inicio, Baraja apostó por un once titular muy ofensivo, quizá el mejor once posible que puede formar hoy su Valencia. Regresaban al equipo Thierry, Almeida, Lino y Cavani. Quería la victoria pero el que primero golpeó fue el Rayo. Un fallo defensivo incom,prensible en el 9 permitió a Comesaña adelantar a los visitantes. El mediocentro entró libre de marca porque ni Nico, ni Guillamón le acompañaron y Cenk no puede partirse en dos.

El Valencia lo intentó con más corazón que cabeza ante un Rayo bien trabajado y cerrado atrás. En el 24 Kluivert remataba al palo un buen centro de Gayà. En el 33 era Lino quien cabeceaba desviado otro gran centro del capitán.

Nico González, después de haber sufrido que un rival se le cayera encima, no pudo salir tras el descanso y Baraja apostó por Yunus Musah. Sobraba un mediocentro y el norteamericano es más dinámico. Mestalla lo agradeció y el equipo también que volvió a generar llegadas y ocasiones.

Baraja revoluciona su Valencia CF

Como nada parecía funcionar, Baraja sentó a Guillamón -muy pitado por el público- y a Cavani, peleón y poco más- para dar entrada a Castillejo y Hugo Duro. El acoso era total, las ocasione se sucedían pero el Rayo, desaparecido en ataque, sacaba con prestancia todo el peligro que creaba el Valencia. Entre Dimitrievski y los centrales, la muralla vallecana era infranqueable.

Figueroa, muy mal, pitó un penalti por una caída de Diakhaby que el VAR se encargó de anular. El videoarbitraje, que minutos antes no dijo nada de una mano del Rayo en su área, deshinchó a Mestalla. Apenas quedaba tiempo. Se agotaba la fe, en todo, en el arbitraje, en el equipo, en el empuje del estadio y el VAR, esta vez sí, le dio una oportunidad a los de Mestalla pero ni por esas al pitar un penaltito de esos raros. Kluivert acertó el penalti y el partido se encaminó inexorablemente hacia un final que llevaba al infarto. El colegiado añadiría ocho minutos y alargaría uno más, pero no llegó el gol de la victoria que el Valencia mereció.

En definitiva, el Valencia CF fue mejor que el Rayo y mereció más suerte que su rival, pero sólo pudo marcar de penalti aunque generó dieciocho remates y tras 44 centros al área.,