Rubén Baraja no es el prototipo de entrenador fiel a un sistema, pero su Valencia CF rara vez se mueve del 1-4-3-3. Más conservador si ha de defender, de primeras no hubo variante ofensiva como le funcionó al conseguir el empate ante el Rayo y como hacían pensar los nombres del once. Sí lo hubo al fin, sumando a Cavani con Hugo Duro sin éxito ni tiempo para acabar encajando otra derrota ante la UD Almería (2-1).
El Valencia es protagonista siempre que juega como local y en Almería fue parecido: sus rivales, salvo tramos de partido muy contados, se encierran. Eso es lo que propuso la UD Almería de Rubi en los primeros compases. Con todo, el cuadro visitante respondió percutiendo mucho por banda derecha mediante Justin Kluivert hasta que el VAR le negó un penalti y se produjo su lesión. El neerlandés tuvo la primera y Gayà, la segunda, aunque el miedo inicial a perder decayó con el paso de los minutos y dio paso a quince minutos que nadie pudo controlar y al que los visitantes quisieron dar respuesta.
En este sentido, Baraja quiso mandar a partir de la creatividad de Almeida o Castillejo, que lideró la reacción con el 2-1. Antes, dos lesionados y dos goles en contra lo habían puesto casi imposible.
Goal-average, descenso y el impulso emocional que supone ganar a un rival directo. Entrada la media hora final del encuentro, el plan del cuadro de Mestalla pasaba por someter al equipo local. A los cambios obligados de Fran Pérez y Hugo Guillamón, Cavani y Yunus Musah entraron en el minuto 70 para ganar amplitud y llevar el balón dentro del área almeriense. El neoyorquino, de hecho, recuperó el puesto de extremo derecho.
Sin embargo, la segunda lectura que se extrae de los cambios del 'Pipo' es que prescindió de Lino y Castillejo. Quería ser más directo, pero especialmente el malagueño -al margen del gol- estaba siendo de lo más destacado. El bloqueo es generalizado fuera de casa, pero una vez más los cambios tampoco sumaron.
A los puntos, hasta que las lesiones de Nico y Justin, el Valencia fue mejor que la UD Almería o, al menos, gozó de las mejores ocasiones. "Lo más importante en el fútbol más allá del sistema... el sistema lo hacen bueno la actitud, la predisposición, el creer de los jugadores, el querer que te dé resultados. [...] Eso pasa por que el equipo lo sienta y empuje", dijo Baraja en la previa del encuentro.
Y si la actitud tal vez no fue la idónea, Rubi y su equipo golearon al Valencia por efectividad en unos quince minutos de borrón al comienzo de la segunda mitad. Dos goles que pudieron ser cuatro y la sensación de los visitantes y el medio millar de aficionados allí presentes de no poder darle la vuelta a una situación que empeora con el tiempo.