Tras un partido plácido para Cuadra Fernández en Elche y que tampoco requirió la intervención de su ayudante desde el VAR, el Valencia vuelve a jugarse una final directa por la salvación y lo hace apenas once días después del escandaloso arbitraje de Del Cerro Grande ante el Sevilla. El rival esta vez es el Real Valladolid, cuyo partido de ida no estuvo exento de polémica pero se acabó diluyendo entre la crisis deportiva en las entrañas del conjunto che. Pocos colegiados se libran cuando se cruzan de nuevo con el conjunto de Baraja que ya se ha visto perjudicado 17 veces.
Pues bien, cuatro de esos 17 errores se concentran en el partido disputado en el José Zorrilla correspondiente a la jornada 19 de La Liga Santander. El Valencia CF supo irremediablemente tras perder (1-0) que su batalla iba a ser de la permanencia, aunque si no hubiera sido por Figueroa Vázquez el resultado habría sido otro. Por eso y por otros precedentes negativos con los blanquinegros, la afición valencianista pondrá la lupa sobre Munuera Montero y Sánchez Martínez.
El colegiado andaluz y Iglesias Villanueva en el VAR fallaron en cuatro acciones valor gol. Un penalti a Lato porque Joaquín lo arrolló en el área (minuto 7), otra infracción por agarrón del propio Joaquín a Lino cuando buscaba el remate, un plantillazo de Aguado a Castillejo que debió ser roja y un cuarto que clamó al cielo en el gol de Larín en el 90 que se inició tras una falta sobre Kluivert en el centro del campo. La misma que anuló el tanto de Hugo Duro en el Metropolitano dos meses después.
El Valencia mereció algo más aquel partido y ahora tiene los deberes por hacer. Ganar y al menos empatar el golaveraje que en un supuesto empate ante los de Pucela les haga estar por delante en cuanto a diferencia de goles se refiere. Estas son las cuentas a las que se abonó el Valencia de la temporada 2022/2023 tras perder en duelos como el de Zorrilla.
De allí salió 17º clasificado, aunque el portal Archivo VAR compartió que el elenco valencianista estaría ahora mismo en la 12ª posición, siete puntos por encima de la zona roja que entonces marcaría el Sevilla FC. Después, las tres derrotas ante Athletic, Real Madrid o Girona agravaron la situación y sumieron a los ches en la zona roja antes de la llegada de Rubén Baraja. Qué habría pasado sin aquel robo y al menos un punto en Valladolid es una incógnita.
Baraja no estaba en los planes cuando el Valencia acudió a Valladolid tres días de la eliminación copera y fue perjudicado arbitralmente. Desde entonces, no obstante, ha sufrido otros errores clamorosos como el penalti a Fran Pérez en el Camp Nou o la actuación de Del Cerro ante el Sevilla.
Rubén Baraja señaló en la previa del choque ante el Elche que esperaba que Cuadra Fernández, "no sea noticia". Dicho y hecho. Partido impoluto del colegiado madrileño para calmar las aguas y, que esto es lo que más gusta a la afición, con victoria del equipo. La salvación es más posible si los buenos arbitrajes acompañan. Como pedían jugadores y entrenador la pasada semana, que no le dan nada al Valencia CF, pero que tampoco se lo quiten.
"Tenemos que ser conscientes de una situación. Hay cierto riesgo de que cuando te van pasando cosas y tratas de ser respetuoso o de callarte, el aficionado se sienta frustrado. Pero ya no nos sirve de anda lamentarnos de eso. Y nuestros problemas no son solo arbitrales. Lo que espero del partido y del árbitro, que haga un buen partido y que acierte. Que trate de hacerlo como lo quiero hacer yo. Que el árbitro no sea noticia", dijo Baraja entre deseo y cumplido que provocó que la polémica estuviera al margen por al menos un partido.