La polémica del Valencia CF - Real Valladolid, hasta el gol del empate del elenco de Rubén Baraja, estuvo marcada por la pasividad de Munuera Montero ante las pérdidas de tiempo del conjunto visitante desde que se adelantó en el marcador en el minuto 6. Y en este contexto, una conclusión: perder tiempo sale muy barato en LaLiga. La primera amarilla llegó en el minuto 56, poco antes del tanto que ponía las tablas en el marcador, y fue para Masip. Además, los tiempos de descuento fueron de tres y cinco minutos en la primera y segunda mitad, respectivamente. Fue suficiente al menos para que el Valencia CF remontara.
Han pasado ya 11 días pero el arbitraje ante el Sevilla FC todavía duele al valencianismo y, pese a que viene siendo la tónica de la temporada, marcó un antes y un después por las formas del Estrada Fernández desde el VAR y de Del Cerro Grande sobre el césped. Este jueves, tras un partido ante el Elche CF tranquilo para Cuadra Fernández en el que el madrileño acertó en la gran mayoría de sus decisiones, Munuera Montero estuvo correcto en sus decisiones, pero fue demasiado pasivo ante las pérdidas de tiempo del Real Valladolid. Por lo demás, el colegiado andaluz estuvo bien en líneas generales y únicamente se le puede que no le mostró la amarilla a El Yamiq en una acción en la que atropelló a Yunus Musah.
Tan malos recuerdos trae Munuera Montero al valencianismo que hasta hubo pitos al anunciar su nombre por megafonía. Fue el que no pitó aquel clamoroso penalti de Vivian sobre Hugo Duro en San Mamés en las semifinales de Copa del Rey de la pasada temporada o el que también anuló el gol al delantero madrileño recientemente ante el Atlético de Madrid por falta de Foulquier. "Afecta porque al final es una jugada en la que el árbitro está delante y no la ve. Le llama el VAR y cambia la decisión. Esa es la duda que me queda. Está delante de la jugada, la ve y para él no es suficiente. Es una jugada que cambia el partido, pero para nada es excusa", comentó Gayà tras el partido.