Dos viejos pecados capitales vuelven a meter al Valencia CF en un lío. Los de Mestalla son uno de los equipos que más goles encajan a balón parado y es uno de los bloques que más tantos recibe en contra en el primer cuarto de hora de la segunda mitad por salir frío y despistado. Son dos errores que constaron dos goles, uno de Escalante a balón parado y otro de Guardiola en la primera jugada de la segunda mitad.
Arropado por su afición y tras una revolución en el once, Baraja no renunció a su esquema pero sí dio entrada a jugadores menos habituales para combatir la polémica de la diferencia de descanso respecto a su rival. El plan de Baraja, como sucediera ante el Valladolid era que no pasara nada, cerrarse bien y aprovechar alguna salida para inquietar al Cádiz. La línea de cinco atrás y una de cuatro por delante es inamovible. Delante la referencia en esta ocasión era Hugo Duro y, aunque el Valencia llegó alguna vez, sus centros al área siempre eran con ventaja para los defensores.
Algo similar ocurría en la meta de Giorgi. Diakhaby y Cenk, acompañados esta vez por Cömert, se deshacían del peligro rival no sin apuros en alguna ocasión. De hecho, Diakhaby sacó en la línea un cabezazo de Guardiola que se colaba en el 20. La respuesta fue una gran internada de Yunus que remató mal Lino. El rechace acabó con un fuerte golpe entre Lato y Ledesma. El engranaje, sin embargo, saltó por los aires en el 38. Saque de banda, peina Sobrino y Escalante en el segundo palo remató a placer el 0-1. Otro gol a balón parado que ponía fin a la primera mitad.
Baraja tenía, de nuevo, que modificar el plan pero por la vía rápida porque en la segunda parte, nada más arrancar el Cádiz hacía el segundo. Error de Cömert ante el Pacha Espino y Guardiola marcaba a placer el 0-2
Por fortuna para el Valencia, Lino, muy activo desde el principio, comandando el juego de ataque. Sin embargo, cuando va a rematar se le hace de noche. Con todo, en la opción más complicada que tenía hizo el 1-2. Aprovechó un rechace de Conan, se la levantó en la salida y marcó con clase. Era su primer gol en 50 remates.
A pesar del gol, el 1-5-4-1 no le funcionó otra vez a Baraja y tuvo que cambiar, ya con 1-2, al 1-4-4-2. Sentó a Yunus y un desacertado Cömert para sacar al joven Diego López, que volvió a dar muestras de su desparpajo, y a Castillejo, algo lento tras salir de lesión.
El Valencia CF empezó a acumular llegadas con la nueva disposición y Baraja, calcando el último encuentro, refrescó a su equipo con un doble cambio. Thierry regresaba para darle descanso a Foulquier y el héroe de Mestalla, Javi Guerra, sentó a un Nico fundido.
El Valencia encerró a su rival, pero sus ataques eran previsibles, centros al área sin encontrar rematador y por eso Baraja sacó a Cavani para acumular dos puntas sentando a Lato.
El Cádiz siguió encerrado y defendiendo sin problemas una ventaja que había ganado gracias a dos pecados capitales del Valencia: el balón parado y los despistes al comienzo de la segunda parte. Y logró salvar los tres puntos porque Castillejo, en el 93, tuvo otra gran ocasión que Espino le sacó bajo palos y porque el Valencia no pudo cristalizar su apabullante dominio, ni tampoco encontró la ayuda arbitral en algunas jugadas concretas. El Cádiz haría el tercero en fuera de juego y no subió al marcador pero le quitó tiempo a los de Mestalla que se meten en el lío del descenso.