El sacrificio de André Almeida tuvo recompensa en Vigo: nueva posición a la vista

Entre la irrupción de Javi Guerra y la de Diego López, entre la regularidad de Nico y la electricidad de Justin Kluivert, Baraja ha encontrado un nuevo rol para André Almeida. El luso repitió titularidad y posición en la victoria importantísima del Valencia ante el Celta de Vigo (1-2) correspondiente a la jornada 34.

Era la primera de las últimas cinco finales para huir del descenso en un cometido que, si del rendimiento de Almeida dependiera, el Valencia habría solventado jornadas atrás. El nuevo enganche de Baraja participó con balón y lideró la presión sin él para contribuir a una victoria que llegó otra vez desde el banquillo, pero con el portugués en el campo. Acabó de central tras la expulsión de Paulista. Sin embargo, se quedó sin repetir tanto ante el cuadro olívico como lo hiciera en el choque de la ida.

Almeida tiene dos seguros detrás y sólo quedó él

En tierras gallegas el mediocentro valencianista volvió a sentirse cómodo. En un 4-2-3-1 que el técnico dispuso por primera vez ante el Villarreal CF, la presencia de Nico y Javi Guerra en el doble pivote le da más libertad. Todo ello aunque el trascurso del partido requirió más protagonismo ofensivo del bando celeste y más trabajo defensivo en los jugadores de creación del Valencia.

No fue el mejor choque de Almeida que en esta recta final de campaña está haciendo gala de una gran regularidad. Baraja lo dosifica y lo tiene a su disposición para encuentros como el de este domingo. En el minuto 40, dio el susto en un choque ante Fran Beltrán al borde del descanso. Continuó sin problemas.

No obstante, el Valencia no sentenció en varias ocasiones -una de ellas en un pase de Almeida a Kluivert que desvió Tapia-. En ese sentido, los cambios hicieron que Almeida acabara retrasando la posición y formara en la medular junto a un desafortunado Ilaix Moriba. Vio la amarilla zafándose en defensa tras el gol de Marí.

No vio puerta ante una de sus víctimas

Completó todo el partido, pero no pudo repetir tanto. Y es que si la cuota anotadora de Almeida es tímida, una de sus víctimas fue el RC Celta de Vigo. Cerca de su Guimaraes natal, buscó repetir pero el que se llevó el mérito fue Alberto Marí. Almeida acabó sacando balones en su propia área.