El daño moral al valencianismo ya está hecho: Mestalla no lo olvidará jamás

Antes de entrar en el fragor de la penúltima batalla de LaLiga, la batalla por la vida y la supervivencia del Valencia CF en Mestalla, conviene detenerse a reflexionar sobre el caso Vinícius. En efecto, el mundo quería que fuera un antes y un después para aplacar algunas conciencias y lanzar un tupido velo sobre otras situaciones deportivas y así ha sido. El Valencia CF, el valencianismo han sido insultados, tachados de lo que no son y, para ello, no ha importado a estamentos, comités y demás saltarse algunas de las normas más básicas de la justicia como el derecho a ser escuchado o la proporcionalidad de la pena. Lula, Biden, la ONU y medio G7 querían una grada vacía y ya la tienen.

Ancelotti quería su telón de acero y aquí está. Nadie habla de la pésima temporada del Real Madrid, de sus declaraciones contra el VAR que a otros -Gayà- le costarían cuatro partidos o cómo a su jugador Vinícius le han quitado una roja por la cara y nadie ha entrado a juzgar sus provocaciones ciertas, demostrables y constantes al respetable de Mestalla. Eso da igual y les ha dado igual a Competición, a Apelación,, a LaLiga, a Florentino y al sumsum corda.

Es todo tan fuerte. Al Valencia le han cerrado la grada en una semana basándose en tiktoks, audios de dudosa procedencia y han resuelto un proceso que en otros campos duró seis años en seis días. Querían la grada de Mestalla cerrada, querían ejemplarizar con el Valencia y con su afición y lo han hecho. Ahora la palabra de uno sí valía como prueba; en el caso Diakhaby no. Por eso, el central del Valencia se negó a posar con la pancarta contra el racismo, cosa que un servidor aplaude

No puede extrañarnos tampoco las tropelías madridistas que se comenten esta competición cuando ya en 1930 Cirilo Amorós tuvo que retirar al equipo del campo por otra injusticia deportiva similar. Y eso se permite con la aquiescencia de quien debe impartir justicia para todos. ¿Les recuerdo lo que ha pasado con Gayà, con el VAR, con la supecopa...?

Ahora ya tiene poca vuelta a trás, pero el daño moral está hecho y Mestalla no lo olvidará jamás. Dice la RAE que "Daño moral es aquel que está representado por el impacto o sufrimiento psíquico o espiritual que en la persona pueden desencadenar ciertas conductas, actividades o, incluso, resultados, tanto si implican una agresión directa a bienes materiales, como al acervo extrapatrimonial de la personalidad" Y así es como se siente esta hinchada, este club y esta ciudad. Quisieron apagar el racismo a manotazos y no miraron pelo. 

Pasa algo parecido con Peter Lim. No sé cuál será su final, ni sus siguientes pasos, pero con lo que nos está haciendo sufrir y pasar esta campaña el daño moral está hecho y el valencianismo no lo olvidará jamás.

Mestalla no es racista, pero con España hemos topado

Por suerte, nótese la ironía, Vinícius, su agencia y algunos iluminados tacharon este país de racista cuando firmemente estoy convencido de que no lo es, aunque admita que haya racistas y exija para ellos que caiga todo el peso de la ley. El caso es que esa pasada de frenada hizo que el mundo pusiera sus ojos no sobre un Mestalla de audio manipulado (vean este vídeo en el instagram de vinicius) y claro, ahora nos quieren echar de la lucha para organizar el Mundial 2030 (otra hipocresía cuando venimos de un Mundial organizado en Qatar). Sería una canallada, pero sería justicia poética que los que se llenaron la boca, periodistas incluidos, de airear una mentira desde el pasado domingo por la nohche, sean los culpables de que nos den un guantazo internacional.

Basta de maniqueísmos. Aún nos pasa poco. Quisieron apagar un fuego con gasolina y extendieron en València la sensación de injusticia e indefensión ante el madridismo y otros entes nacionales que Mestalla no olvidará. Que no se extrañen después que Vinícius, Ancelotti y demás sean consideradas personas non gratas en Mestalla.  Una pena. Feliz semana.

David Torres

Delegado de ElDesmarque en València

dtorres@eldesmarque.com