El Valencia se aferra al influjo de Baraja, de Mestalla y a la cantera para no sufrir en una temporada en la que la afición tiene miedo. La victoria en Sevilla contiene los tres ingredientes necesarios. . El triunfo no puede servirle a Peter Lim para no fichar a pesar de que esa juventud destila irreverencia y desparpajo. Pero Baraja lo advirtió la juventud no basta. "Sigo pensando lo mismo que pensaba después del partido del Naranja. Habíamos competido bien y hoy no me cambia la opinión. La temporada es larga y exigente. Mas allá de lo de hoy, necesitamos reforzarnos en las posiciones que todos sabemos y entiendo que el club está trabajando en esto. Esto es lo que necesitamos para poder seguir y conseguir el objetivo que nos planteemos".
El Valencia CF de Baraja comienó su andadura en la temporada 2023-24 visitando al Sevilla (22 h) . El equipo compareció con nueve bajas respecto a la temporada pasada, en la que se salvó en la última jornada, y la única novedad de Pepelu, destacado ante el Sevilla, mediocentro fichado del Levante y que fue uno de los grandes protagonistas. Es la única noticia positiva tras el revés que sufrieron los valencianistas esta semana cuando se supo que Peter Lim no va a autorizar gastarse dinero en las llegadas de Sergi Canós, Amallah o Rafa Mir hasta que no se produzcan salidas que ahora parecen imposibles como son Castillejo, Racic o Marcos André traspasado.
Tras la agónica salvación lograda en la última jornada de la pasada campaña, el Valencia, vistos sus movimientos durante este verano, afrontará esta nueva temporada con el objetivo de no sufrir tanto y agarrado al influjo de Rubén Baraja y de la afición, en especial en Mestalla y al empuje de su cantera para lograrlo. En Sevilla dio el primer paso.
Esas tres armas, la ascendencia del técnico vallisoletano en un club en el que fue leyenda como jugador, el empuje de la afición en casa pero también a domicilio y la aportación de los jugadores de la Academia de Paterna fueron clave hace unos meses para conseguir la permanecía y deberán volver a serlo a pesar del pesimismo instaurado en el entorno del club ante la falta de fichajes.
La marcha de los cedidos Samuel Lino, Justin Kluivert y Nico González, titulares habituales en el tramo final de la pasada campaña, y la salida también de jugadores con peso como el uruguayo Edinson Cavani, el estadounidense Yunus Musah o Toni Lato han mermado la calidad y experiencia que tenía la plantilla, que ya no era demasiada como demostraron las dificultades que tuvo para no ser uno de los tres últimos clasificados. También han salido Ilaix Moriba o Iago Herrerín aunque su influencia deportiva era mucho menor.
Igualmente el club de Mestalla quiere dar salida, bien porque no cuenta con ellos bien por ahorrarse su ficha, a otros jugadores como Marcos André, Samu Castillejo, Uros Racic o Eray Cömert.
Para compensar, de momento, el club ha apostado por Pepelu, que llega del Levante con menos de treinta encuentro en Primera, y ha ejercido la opción de compra sobre el central turco Cenk Özkacar, también con escaso recorrido en la élite del fútbol español.
"La afición vive agarrada al influjo de Rubén Baraja y de Mestalla y al empuje de su cantera para lograr la permanencia".
También se espera que en el tramo final del mercado pueda llegar algún otro refuerzo a un coste muy medido, aunque parece descartado que lleguen jugadores diferenciales vista las apreturas económicas que vive la entidad.
Tanto el capitán Jose Luis Gayà como el propio Rubén Baraja admitían públicamente la necesidad de fichajes que tiene el equipo para subir el nivel de su plantilla. El técnico aún mantiene su confianza en el que el club sea capaz de concretar las operaciones que tiene en marcha, ya que aseguró que éstas son más que necesarias sobre todo en la parcela ofensiva, donde la lesión para los próximos tres o cuatros meses de Alberto Marí ha dejado aún más debilitado al equipo en la zona de delanteros.
De momento, Baraja ha tenido que promocionar a nuevos canteranos. Si la pasada campaña echó mano de Javi Guerra, Fran Pérez, Diego López y Alberto Martí ahora se les han unido jugadores como Martín Tejón, César Tàrrega, Rubén Iranzo, Hugo González o Pablo Gozálbez que ya ha debutado, entre otros. La mayoría de ellos se estrenó en Sevilla y seguirán siendo fijo en los esquemas del Valencia
El empuje y el desparpajo de los jugadores que suban al primer equipo y una conciencia clara de que no puede haber otro objetivo que la permanecía, además de la confianza en Baraja serán las armas del equipo que, eso sí, volverá a contar con el apoyo de la afición.
Lejos de dejar solo a un equipo que hace no tanto peleaba por la Liga de Campeones y pese a su abierto enfrentamiento con el máximo accionista Peter Lim por su mala gestión, el Valencia arranca el curso con más abonados que la pasada campaña, cuando ya su apoyo fue vital dentro y fuera de Mestalla como quedó demostrado en Sevilla dónde arroparon al equipo..
Parece obvio que Baraja y Marchena, a su llegada a Valencia, supieron chequear cuales eran los principales males de la plantilla, dejando al margen las contínuas y negligentes malas actuaciones de la propiedad. Por ello, se prefiere jugar con jóvenes con hambre y calidad (muy implicados e ilusionados); así, hay una serie de señalados por poca o nula implicación (yo a Comert no lo metería ahí, si acaso dudaría de su calidad), que posiblemente no eran ejemplo de nada y no sumaban (más bien al revés...). Esto no quita que sería casi un suicidio no reforzar el equipo, como bien sabe todo el mundo, pero el Valencia c.f. como institución (sin tener en cuenta a Mériton) y su mejor patrimonio (la afición) están de suerte de haber contado con una buena generación de jóvenes no exentos de calidad, con ganas, y aptos para el equipo; de lo contrario, con la gestión caprichosa, sospechosa y vengativa desde Singapur, estaríamos ya en segunda, o bajaríamos este año, cosa que creo que no sucederá gracias a los Javi Guerra, Fran Pérez, Diego López y demás...