El plan de un valencianista llamado Baraja con la 'Quinta del Chupete'

¿Dimitir? Ni antes de la machada del Atlético ni después. Le conozco un poco y estoy seguro que por la cabeza de Rubén Baraja nunca pasó la posibilidad de dimitir del cargo de su vida que no es otro que contribuir a hacer más grande el Valencia de sus amores. Tan seguro estoy como que ahora estará ya pensando en bajar la euforia y volver al discurso de siempre, al del trabajo y la humildad, al discurso de apretar y exigir, por ejemplo, que Layhoon diga que el objetivo es la permanencia y que no engañen a nadie. Eso sí. Eso sí es muy de Rubén Baraja al que, si le dejan, se ha puesto entre ceja y ceja reverdecer los laureles para que el Valencia de hoy se parezca algo al Valencia que él conoció. Lo va a intentar contra viento y marea, pero no va a arrojar la toalla. Y, al menos de momento, partidos como la victoria ante el Atlético con la comunión que hubo con Mestalla son un buen punto de partida, pero eso, nada más que un inicio para un plan.

Sí, porque Baraja y su gente tienen un plan. Tienen "EL" plan, pues no hay otro. Baraja, ya desde el año pasado sabe que de Peter Lim se puede esperar lo que se puede esperar y en su mano no está cambiarlo. Él aprieta, no ha habido día del mercado de fichajes que no haya insistido a Layhoon y Corona que le traigan refuerzos. Los que llegaron, están, pero no se corta un duro: la plantilla es escasa y joven y necesita tiempo.

¿Desprecia con ese planteamiento a sus jugadores? Qué va. El Pipo está encantadísimo con el grupo que se le ha quedado, ve un grupo unido y chavales talentosos sobre los que edificar su plan. La quinta del chupete es clave en el proceso. Es la base. (Nótese la similitud con la quinta del biberón, aquellos imberbes que la república alistó al final de la Guerra Civil para salvar una situación que estaba ya perdida)

Ese plan es un proyecto a medio plazo, dos o tres años, en el que, partiendo desde abajo y reafirmando una base de jugadores jóvenes, poder competir con 2 ó 3 refuerzos cada año por escalar posiciones en la tabla. De ahí que a su plan no le venga mal decir que el objetivo mínimo es la permanencia, aunque huela a cuerno quemado. A Baraja no le preocupa por dos motivos: porque es decirle la verdad a la gente y porque desde esa base sólo se puede crecer. El primer paso del plan es mantenerse, hacer una buena temporada y confiar que "allí" se den cuenta que han cumplido con los pocos recursos que tiene y que el año que viene vengan dos o tres más y así para, a medio plazo, volver a acercarse al séptimo, octavo o noveno puesto de LALIGA, que para un servidor sí que es el puesto mínimo del que debería partir el Valencia cada año. De ahí, para arriba.

Comunión con Mestalla y todos a pesar de Peter Lim

Su plan es complicado y ambicioso. Necesitará acertar, que sus chavales crean en él, el apoyo de Mestalla -por eso lo pide cada semana-, una pizca de suerte en el campo y comprensión (o al menos que no molesten en Singapur y empiecen a hacer cuentas ya con lo que pueden sacar por Guerra, Diego López o Fran Pérez). Yo se la deseo porque Rubén es Mestalla y la afición, soberana y sabia a partes iguales lo sabe. De ahí que corearan su nombre al final del partido.. "Es bonito que la gente valore tu trabajo y tu compromiso. Hoy el resultado te ayuda a que la gente esté contenta y feliz. Es bonito que la gente agradezca el trabajo en el sitio donde quiero estar. Me gusta que la gente apoye al equipo y hoy me ha gustado mucho Mestalla. Desde el inicio el ambiente era brutal"".

Y es que, lo único que le mueve es lo mismo que a miles de valencanistas, su amor por el Valencia CF y eso no es moco de pavo. Así que, suerte para él y feliz semana para todos. Toca celebrarlo y el lunes frotarse los ojos y pensar en Almería. El plan sigue en marcha.

David Torres 

Delegado de ElDesmarque en Valencia

dtorres@eldesmarque.com