Llevo semanas dándole vueltas a cómo bautizar la hornada de jugadores que, bajo las órdenes de Rubén Baraja, están llamados a hacer historia en el Valencia, a pesar de que en Almería no pasaran del empate. Empecé por la Quinta del Chupete, pero después de pensarlo me parece que me gusta más lo de la Quinta del Pipo porque, a fin de cuentas, pipo y chupete son sinónimos y Pipo es además el mote con el que todos conocemos a nuestro idolatrado Rubén Baraja. El vallisoletano ha formado bajo su manto una hornada, la Quinta del Pipo, que me recuerda enormemente a la tristemente famosa Leva del biberón, aquellos niños llamados a combatir en la guerra cuando eran apenas unos imberbes. La mencionada leva estaba formada por chavales de entre 14 y 17 años que, en los últimos meses de la Guerra Civil Españolam fueron llamados a filas para salvar una contienda que ya estaba perdida para el bando republicano.
Aquellos niños, como ahora los Javi Guerra, Diego López, Fran Pérez, Mosquera, Alberto Marí y compañía tuvieron que hacerse hombres de golpe para salvar una situación desesperada, casi tanto como la que vive el Valencia CF actual, empequeñecido por su máximo accionista y con una plantilla corta y que es todo corazón, pundonor, orgullo y sentimiento valencianista. Su despliegue sobre el campo tampoco nos puede cegar. Ellos no son la panacea, no son infalibles y, aunque a pasos agigantados, deben vivir un proceso de aprendizaje imprescindible (que le cuenten a Mosquera cómo sufrió en Almería con Luis Suárez o a Diego López los calambres que tenía por vaciarse aún desconocedor de lo que es autorregularse).
Como decía Baraja esta semana, -el auténtico gurú de la Quinta del Pipo- debemos tener paciencia. Ellos son el futuro, aunque les ha tocado además ser el presente, pero nosotros que somos más mayores, tenemos la obligación de tener paciencia y de ser condescendientes en el análisis. Si no, ni sacrificando su juventud lograremos salir del atolladero. Mestalla lo ha comprendido y mima a su ,particular leva del biberón cada semana. Bien por el sabio y soberano aficionado valencianista.
¿La Quinta del Pipo inaugurará el Nou Mestalla? Es la gran pregunta de la semana. Si Lim no se decide a venderlos antes y si las cosas van como parecen con el nuevo campo, pues ojalá sí. Javier Tebas este sábado día dijo lo que otros muchos pensamos hace mucho tiempo. (Escrito está): "Yo creo que más fácil es que si quieren que Peter Lim venda, que esté hecho el Nou Mestalla". Normal.
Yo también lo pienso. Es más, estoy seguro que para que Peter Lim se decida a vender se deben dar tres cosas:
1) empequeñecer el club (como ahora que no le cueste dinero y que gaste lo mismo que ingresa, aunque eso sea un riesgo y pueda flirtear con el descenso)
2)que los futuros compradores puedan ver que no hay litigio con la construcción del nuevo campo y
3) que desaparezca la quita de 61 millones en 2026.
Si se cumple y definitivamente desaparece Lim de la vida del Valencia CF, ojalá veamos a la Quinta del Pipo inaugurando el Nou Mestalla, llenando sus gradas y ¿por qué no? representando al Valencia CF en el Mundial 2030. Soñar es gratis, pero no se priven de ello. La juventud siempre ha sido y será un divino tesoro, que decía el gran Pablo Neruda. Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque en Valencia