Hace justo medio año, Javi Guerra entró en los libros de historia del Valencia CF, aunque como héroe en las páginas más negras, con un gol precioso otro 27 de abril. Veintiún años antes, Rubén Baraja marcó en la misma portería un doblete que allanó el camino hacia la primera Liga del siglo XXI para la entidad che. Hoy, no se entiende un Valencia CF 2023/2024 sin uno ni otro. Ambos comandan, en el banquillo y sobre el césped, una generación de jugadores apodada la 'Quinta del Pipo' sobre la que están puestas gran parte de las esperanzas del club en los años venideros.
Como si el destino estuviese escrito para Javi Guerra, hizo historia el mismo día que lo hizo Rubén Baraja: un 27 de abril del cual se cumplen seis meses este viernes. Aquel gol supuso la salvación y la apuesta del Pipo por sus chavales que a la postre siguieron siendo claves para la permanencia.
La épica tuvo algo que ver en la permanencia del Valencia CF. Diego López, Alberto Marí o Samuel Lino apelaron a los últimos minutos de partido para dar puntos de oro por la salvación, pero si hubo un punto de inflexión ese fue el del choque ante el Real Valladolid. En el minuto 92, Javi Guerra condujo, se orientó el balón a su pierna izquierda y se sacó un chut para su abuelo y los restantes 40.000 aficionados que lo recordarán como el inicio de la pesadilla del descenso. Porque ese tanto precipitó los siguientes de chavales como López o Marí y porque ese punto habría descendido al Valencia y salvado al Real Valladolid.
Sin Pacheta y con Pezzolano, los pucelanos venían de ganar y pusieron fin a su racha en Mestalla y con la estocada de un canterano que trastocó los planes. Desde esa jornada 31, los del José Zorrilla apenas pudieron sumar cinco puntos más. El Valencia sacó nueve.
El 27 de abril de 2023 será una fecha especial para todo el valencianismo. El doblete del Pipo, tras la expulsión de Carboni y ante un equipo como el RCD Espanyol, significó una victoria moral para la consecución de LaLiga. La pasada temporada, también con una remontada, el equipo de Baraja consiguió tres puntos de oro en un choque que afectó sobremanera al Real Valladolid.
A los blanquivioletas les pasó de todo. Masip tuvo un error en el remate sin demasiado peligro de Diakhaby que entró tras tocar en el palo sobre la hora de partido. En la reacción, Fresneda mandó al larguero una ocasión a bocajarro después de un excelso taconazo de Cyle Larin. Y para colmo, la rebeldía de Javi Guerra hizo estallar a Mestalla como pocas veces esta temporada para asegurarse una victoria contra un rival directo y un puesto en el once para las restantes jornadas.