En este Valencia CF de mínimos, por desgracia, no vender es fichar. Es así, negarlo es cerrar los ojos ante las evidencias que arrojan las cuentas y el presupuesto para la temporada 23-24. Todos, empezando por Baraja, sabemos que uno o dos refuerzos en invierno son estrictamente necesarios para salvaguardar las rotaciones y la tranquilidad para la segunda parte de la temporada. La Quinta del Pipo da, lo que da.
Estos días atrás he escuchado a Corona asegurar que "están preparados para fichar" pero también que su gran objetivo es "disfrutar" el máximo tiempo posible de los chavales de la Quinta del Pipo. Hace bien el director deportivo en ponerse este doble objetivo por delante. En ambos casos, por desgracia para él y para nosotros, la última decisión la tendrá Peter Lim en Singapur, pero cualquier observador objetivo ve desde fuera que el Valencia, por las necesidades creadas, se ha encontrado y se ha trabajado una generación de futbolistas que ya están respondiendo y que, con continuidad, tienen pinta de ser muy buenos en el futuro. Hablo de Javi Guerra, Fran Pérez y Diego López, pero también de Yarek, Mosquera o Jesús Vázquez; todos ellos menores de 21 años y que han encontrado en Paterna el ecosistema perfecto con Baraja y veteranos como Gayà, Jaume o Pepelu.
Estos chicos no son sólo el presente del Valencia CF, son también el futuro y buscan casa. Escrito está cuál es el plan que se ha ideado en la Avenida Suecia, falta obviamente que el patrón les permita caminar en esa dirección. La idea pasa por mantener, al menos hasta la temporada 2026-27 en la que está previsto inaugurar el Nou Mestalla (por cierto, trascendental el movimiento de este domingo de Marí Olano para tener las manos libres y negociar en enero el final de las obras), al grueso de esa docena de futbolistas de entre 18 y 22 años que llaman a la puerta de la élite. Quedarse con todos es imposible, conociendo al Valencia de Lim, dudo que en verano sigan todos, pero al menos ocho de ese ramillete de jugadores de élite debe ser la columna vertebral del equipo. Es, si lo piensan, una gran base para crecer deportivamente hablando. Faltaría, claro está, que lo apuntalaran. Ahora con Carlos Vicente o/y Peter González y mañana con Rafa Mir u otro central pero esto último, querido lector, forma parte ya del mundo de los sueños y de los deseos que, por desgracia, no siempre son realizables. Feliz semana
David Torres
Delegado de ElDesmarque en Valencia