El duelo de los ochos en Mestalla se lo llevó el Tiburón Guillamón gracias al gato Giorgi
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Xavi heredó el 8 de Baraja en la Roja. El Valencianista hoy le ganó la partida
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El Barcelona no supo doblegar a un rival inferior en todo y mermado por las bajas
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Mamardashvili fue, una vez más, el héroe de Mestalla
El Valencia CF cierra el centenario de Mestalla con récord de asistencia con homenaje a uno de los grandes de su historia, David Silva, ante la atenta mirada de dos de los mejores ochos que ha dado el fútbol patrio: Xavi, entrenador del Barcelona, y Baraja, entrenador del Valencia, que igualaron en su duelo táctico gracias a Guillamón, un seis que empezó de 4 y que hoy jugó de ocho en Mestalla para hacer un auténtico golazo que significaría el definitivo 1-1.
Fue un Valencia-Barcelona jugado de poder a poder en el que cualquiera de los dos conjuntos podría haberse llevado el gato al agua. La primera mitad fue de color blanquinegro, aunque las ocasiones más claras fueron amarillas. En la segunda, las tornas cambiaron. El Barcelona dominó, marcó por mediación de Joao Felix gracias al único despiste en la zaga local y embotelló al Valencia. Pero eso grupo épico de chavales forjado por Baraja se sobrepuso a las bajas y a las embestidas gracias a un Giorgi Mamardashvili imperial que, con cinco paradas clave, mantuvo a su equipo en el partido cuando más lo necesitaba. El gato Giorgi permitió al tiburón Guillamón consagrarse en una época en la que anda de capa caída.
Un centro raro de Fran Pérez, lo bajó en la frontal Hugo Duro con ayuda. Ahí le llego a Guillamón que, pase lo que pase, jamás se pone nervioso, y que, tras driblar a dos defensa, la colocó con el interior mansa a la escuadra. Corría el minuto 70 y aún el Barça tuvo ocasiones para volver a ponerse por delante en el marcador.
Las dos tretas de Baraja para su Valencia CF de mínimos
Ahí, cuando más lo necesitaba su equipo, Baraja, que había sorprendido de inicio sacando dos delanteros centro con Yaremchuk, dio un nuevo giro de guión y se apostó con cinco centrales. El 8 del Valencia, de quien Xavi heredara el 8 en la selección curiosamente, le ganó la partida al culé que, con un mejor equipo, mucho más presupuesto, una plantilla mucho más amplia no pudo doblegar a un irreductible Valencia que apenas notó las notabilísimas bajas de Gayà, Gabriel Paulista y Javi Guerra.