André Almeida tendrá que volver a aprender a ser deportista de élite antes de empezar una pretemporada que le permita regresar al grupo. El portugués, uno de los centrocampistas más talentosos del Valencia, lleva tres meses en el dique seco y nadie se atreve a decir cuándo volverá a jugar. La última vez que se le vio sobre el campo fue el 1 de octubre, en la derrota por 3-0 contra el Real Betis. Según informamos en ElDesmarque, el futbolista ya llegó al Benito Villamarín acusando unas molestias y en la ciudad hispalense terminaron por confirmarse las peores expectativas.
Tenía una extraña lesión en la espalda que el propio futbolista explicó ante los medios. "Tengo un desplazamiento... Una fractura en una vértebra. Es una lesión complicada. ¿Plazo para volver? No tengo plazo, cuando me sienta bien" declaró semanas después de conocerse su lesión. Fue el 5 de noviembre, antes del Valencia-Granada cuando André Almeida destapó la gravedad de su lesión
Desde ese momento, poco o nada se ha vuelto a saber de su futuro y de su lesión pero es que, tal y como ha podido confirmar ElDesmarque, su problema no es cuestión de tiempo, sino de readaptación. André Almeida ha vuelto a correr sobre el césped estas últimas semanas pero debe empezar un proceso de aprendizaje otra vez: su cuerpo tiene que aprender de nuevo a ser el de un deportista de élite con las rutinas y las cargas de trabajo que ello conlleva. Y para ello, todo depende de las sensaciones del futbolista. Debe ser él, en contacto con los galenos, quien diga "vamos adelante" y empezar el proceso de readaptación al trabajo del deportista de élite.
Pero ahí no acaba el calvario para el centrocampista luso. Cuando las sensaciones sobre el césped sean las correctas -algo que está empezando a suceder ya- entonces tendrá que realizar una nueva pretemporada para ponerse a tono y recuperar el tiempo que la dichosa vértebra le ha hecho perder. ¿Cuánto tiempo? Semanas, seguro aseguran a ElDesmarque personas que conocen de primera mano la situación, pero la realidad es que nadie se atreve a dar un pronóstico exacto ni un plazo de recuperación.