El Valencia CF afrontaba el último día de mercado tras haber oficializado este miércoles la llegada de Peter Federico y la rescisión de contrato de Gabriel Paulista, que firmó por el Atlético de Madrid, y haciendo una intentona final para conseguir la cesión de Rafa Mir. Finalmente, pasadas las 20.30 horas se rompía el acuerdo y finalizaba el mercado de fichajes de enero. Las versiones contradictorias no aclaran bien qué sucedió, pero el caso es que el gran anhelo de Baraja, Rafa Mir, se queda con Quique, que no lo quiere ver ni en pintura.
Al margen de Rafa Mir, ha sido un mes de enero marcado por la orden de Peter Lim de que para invertir, debía haber primero salidas por un valor igual o mayor al de las llegadas. Fue la primera semana cuando empezó el culebrón Koba Koindredi, cuya salida terminó oficializándose este martes, lo que permitió desbloquear la llegada de Peter Federico. El atacante, proveniente del Real Madrid Castilla, ya lo tuvo todo cerrado con el Valencia CF en agosto, pero el máximo accionista no dio el visto bueno a la operación. Lo que sí que exigió hace unas semanas es que se le debía dar salida a Gabriel Paulista. Así se hizo oficial ayer, de forma que el club se ahorra su ficha hasta final de temporada y no se verá abocado a renovarle de forma automática al llegar a los 20 partidos. La llegada de Rafa Mir habría endulzado el adiós del capitán. Ahora ya no podrá ser.
Cuando parecía que no se iba a hacer, se llegó a un pacto verbal. Cuando sólo quedaba firmarlo, se rompió. Cuando estaba descartado, Rafa Mir se fue al estadio del Sevilla para luchar por su cesión, pero finalmente los unos por los otros, la casa se queda sin barrer y el jugador se queda en Nervión hasta final de temporada.
Tras una mañana de reuniones y consultas con Singapur, el Valencia CF presentó una segunda oferta y Rafa Mir parecía que iba a ser jugador del Valencia CF a todos los efectos. El acuerdo quedó perfilado este jueves al mediodía pero unos flecos respecto al salario del delantero retrasaban la firma. pasaban las horas y al final se rompía todo. Pasadas las 20.30 horas desde Valencia se aseguraba que el acuerdo estaba roto, cuestión que se confirmaría poco después.
Llegados a este punto, las versiones de los clubs se separan. El primero en dar la suya fue el Valencia CF, quien pasadas las 20.30 horas daba por roto el fichaje. Según el conjunto de Mestalla el acuerdo verbal alcanzado al mediodía era total y, cuando el Sevilla remitió las condiciones pactadas por escrito estas habían cambiado. Quería que el Valencia pagara 100.000 euros más al jugador y la opción de compra no obligatoria ascendiera un millón de euros. El Valencia CF estaba indignado porque consideraban que el Sevilla había hecho algo similar a lo que sucedió en verano, cuando el acuerdo entre clubs y con Rafa Mir era total y se rompió desde Sevilla. Que no firmaran a Bozenik entienden que puede estar detrás de ese cambio de condiciones.
En Sevilla eran más duros y deslizaban que el Valencia se ha echado atrás tras llegar a un entente, a pesar de que habían acordado compartir el gasto del dinero que provocaba las últimas diferencias durante la tarde. Entienden que no es la primera vez que sucede con Rafa Mir, y que puede ser un movimiento del club che para intentar hacer ver a su entrenador que han ido a por el delantero, pero que al final no ha podido ser.
Aunque Rafa Mir a última hora fue al estadio para ver si se solucionaba, no hubo novedad y minutos después se conrfirmaba que Rafa Mir se queda en el Sevilla hasta, al menos, final de temporada y todos pierden. Quique se queda con un delantero a disgusto y que no cuenta para él; Baraja no tiene al punta que desea y Rafa Mir se condena a pasar seis meses más en un sitio donde la afición le ha demostrado que no está con él.
Alberto Marí, en capilla para salir cedido a un club puntero de LALIGA Hypermotion si se hacía lo de Rafa Mir, se queda en la plantilla. Es el colofón final a un mercado de fichajes que deja un sabor agrio por el final en el valencianismo que ve como se marcha gratis su central titular (aunque fuera el mejor pagado), como llega una apuesta de futuro joven del Madrid como Peter Federico y que comprueba que, por hache o por B, el único nombre que les ilusionaba que era Rafa Mir, se queda en Sevilla.