El Valencia CF empató contra el Sevilla este sábado en el duelo correspondiente a la Jornada 25 de LaLIGA EA Sports y se hizo acreedor de algo más que un empate. Los de Baraja fueron mejores, tuvieron mejores ocasiones pero les faltó el acierto en los metros finales para llevarse una victoria ante un bloque, el de Quique, que supo defender su portería pero que apenas inquietó a Mamardashvili. Ganó más en el duelo del los besos y abrazos el Sevilla.
Fue una noche de besos y abrazos, Primero los entrenadores, que se conocen y se quieren con locura. Después de las aficiones, hermanadas en su crítica contra Peter Lim y más tarde en el campo, donde los dos equipos se respetaron, todo y que si alguno mereció ganar fue el Valencia.
El Valencia CF siempre quiso más que el Sevilla FC. Tuvo mejores llegadas, más oportunidades y mucha más mordiente que los andaluces. Los dos estiletes que diseñó Baraja y las constantes subidas de Gayà y Foulquier para abrir el poblado sistema defensivo que había creado Quique Sánchez Flores (llegó a posicionar su equipo con 5-3-2) permitió que Yaremchuk en el minuto 19 tuviera la primera gran ocasión del encuentro. El Sevilla, a la contra, generaba inquietud, pero es que Mosquera y Diakhaby están muy bien y traspasar esa línea que tiene por delante a dos búnkeres como son Guillamón y Pepelu es complicado.
Sin sufrir atrás, el Valencia mereció irse al descanso con ventaja porque Soto Grado, un viejo conocido de Gayà, se tragó un penalti de libro sobre Foulquier. Es penalti de árbitro, el VAR ni entró ni se le esperaba. Fue justo antes del descanso.
Tras el paso por vestuarios el panorama cambió poco pero casi todo el peligro llegaba por la banda de un Fran Pérez que hace todo bien menos la última decisión. Le falta el acierto en los metros finales
Mestalla reclamó penalti en esta acción de Isaac Romero con Foulquier. #LALIGAEASPORTS #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/REYQKta3F7
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) February 17, 2024
Como el partido se enquistaba y Quique sacó a Suso, Baraja le dio una vuelta a su equipo. Por una banda puso a Jesús Vázquez, por la otra a Peter Federico, que había salido de extremo izquierdo por Canós y lo pasó al diestro. Al tiempo, sentó a un desacertado Yaremchuk y le dio de nuevo la mediapunta a Javi Guerra. Al de Gilet aún le quedaría un cambio más retrasándose al doble pivote cuando Baraja, ya en el 85, sacó a Alberto Marí.
Justo antes, el nuevo, el joven Peter Federico rozó el palo en el minuto 84 desde fuera del área acumulando un mérito más para un Valencia que se hizo acreedor de la victoria en el duelo de los besos y abrazos pero que terminó en empate