Selim Amallah no está funcionando como el valencianismo esperaba. No es titular, no termina de cuajar cuando sale desde el banquillo y sus datos lo convierten, hasta la fecha, el peor refuerzo del equipo esta temporada. Este año únicamente ha jugado un partido completo (en octubre), volvió de la Copa África peor de lo que se fue y ahora empieza el Ramadán, con el sobre-esfuerzo que ello implica para un futbolista de élite como él. La falta de participación con el Valencia CF entre lesiones y la Copa África han mostrado hasta la fecha que el jugador no termina de entenderse y conectar con el equipo. Su nivel será importante para que el club decida si ejercer o no su opción de compra de 6,5 millones.
Hasta el momento, no ha conseguido ganarse la confianza de Baraja para ser titular indiscutible, y ha cometido errores como la expulsión contra la Real Sociedad que dejó al equipo con diez jugadores antes del descanso.
Este periodo, el Ramadán, es muy importante para los musulmanes. Comenzó este 10 de marzo y va hasta el 9 de abril. Es un momento de reflexión y devoción para los que profesan esta religión. Coincide con el calendario lunar en el que el profeta Mahoma recibió sus primeras revelación de los primeros versos del Corán, su libro sagrado.
Más allá de abstenerse de beber, comer, fumar y mantener relaciones sexuales en las horas diurnas, el Ramadán es uno de los cinco pilares del Islam, sirve de purificación espiritual y corporal, es un mes de reflexión y también de convivencia. En el pasado, cuando era jugador del Real Valladolid, el propio Selim Amallah reconocía que "cuando está el Ramadán te hace que estés más cansado".
El futbolista ya ha recibido al Ramadán en sus redes sociales
No es Selim Amallah el único jugador de la plantilla que hace el Ramadán. También Mouctar Diakhaby, ahora lesionado de gravedad y por tanto, cuyo ayuno no afecta directamente al transcurrir del día a dia del equipo. No es el caso del marroquí, un futbolista que necesita reivindicarse para cambiar su presente y su futuro.