"Hemos competido al máximo de nuestras posibilidades. No se puede reprochar nada a este equipo. No confundamos el esfuerzo con el resultado", decía Baraja al final del encuentro en el que el Valencia CF empató ante el RCD Mallorca. En el partido correspondiente a la jornada 30 de LALIGA EA Sports, el equipo de Rubén Baraja no pudo dedicarle una victoria a su líder espiritual que cumplía cincuenta partidos en el banquillo de Mestalla. La efeméride no es baladí. De hecho, ya es el segundo entrenador que más partidos ha aguantado con Peter Lim. Sólo Marcelino García Toral, que aguantó algo más de tres campañas puede con las estadísticas del técnico vallisoletano que ha caído de pie en Mestalla.
El encuentro número 50 de Baraja supuso su duodécimo empate y una nueva portería a cero, esa estadística sobre la que el técnico ha cimentado sus éxitos en Mestalla, ¿el mayor de ellos?, salvar al equipo del descenso la temporada pasada. Rubén llega al medio centenar de partidos con veinte victorias y dieciocho derrotas y la sensación de que, con algún arma más, podría hacer cosas mejores con el Valencia CF.
Al margen de lo que suceda con Rubén Baraja en el futuro, a día de hoy su mejor legado es la generación de jugadores jóvenes que ha acunado y a los que ha dado la oportunidad de convertirse hoy en día en futbolistas de primerísimo nivel, revalorizados en el mercado y que están llamados a hacer historia con el club y también con la selección española.
Bajo la denominación de la 'Quinta del Pipo' se engloba a una generación de futbolistas jóvenes, canteranos, que salvaron al Valencia CF del descenso la temporada pasada y que en la 2023/24, con la ayuda de veteranos como José Gayà o Foulquier, lo tienen mirando a Europa. La componen Javi Guerra, Diego López, Alberto Marí, Cristhian Mosquera, Fran Pérez o el más reciente, Yarek Gasiorowski. Ellos se unen a su vez a jugadores jóvenes que tampoco superan los 25 años como Giorgi Mamardashvili, Hugo Duro, Jesús Vázquez, Hugo Guillamón o Pepelu. Todos ellos han dado y están dando su mejor versión bajo la tutela de Rubén Baraja.
Baraja: llevaba casi dos años y medio sin entrenar tras su destitución en el Zaragoza en noviembre de 2020. Después de su brillante irrupción en el fútbol profesional con el Elche había encadenado agridulces experiencias en el Rayo Vallecano, el Sporting de Gijón y el Tenerife y no había llegado a dirigir en Primera.
Tras la agónica salvación de la pasada temporada y la buena marcha en la presente, ha aumentado su condición de referente interno y externo del club con una gran ascendencia en el vestuario y la grada. En verano firmó hasta junio de 2025 pero ya se está trabajando para ampliar ese contrato. Y es que, si Baraja le ha sentado bien al Valencia CF, al Valencia CF la llegada de Baraja ha sido un bálsamo que ha traído un período de paz deportiva al club gracias a la comunión que ha creado el que fuera ídolo como jugador y que ahora es líder del club.