A Santiago Cañizares le costó caro el partido de Leyendas del Triplete disputado este viernes en Mestalla. El guardameta del Valencia CF tuvo que salir del campo antes de hora por unas molestias en la primera mitad y él mismo ha confirmado hoy sus dolencias: lesión en los isquios que no le dejó ni dormir.
Así lo ha explicado esta noche de sábado, en la previa de la final de la Copa del Rey, en Tiempo de Juego de la Cadena COPE (declaraciones recogidas por Radio Taronja). "Desde que me retiré, he jugado de portero dos veces: cinco minutos en el Centenario y 25 minutos ayer. Me rompí. Tengo rotura del isquio. La primera rotura muscular de mi vida. Ayer no pude dormir porque no sabía cómo ponerme".
Visto lo visto, al menos desde el punto de vista físico, el madrileño no se lleva un gran recuerdo de la noche en Mestalla. Eso sí, por lo menos pudo vivir momentos de gran emoción y reencontrarse con los excompañeros con los que hizo historia hace dos décadas.
En los pocos minutos que estuvo sobre el terreno de juego, a Cañizares le dio tiempo a probarse. Marcos Senna disparó desde fuera del área, fácil para el portero, pero la pelota se le coló entre las manos para entrar mansamente en la portería. "Si me viene al cuerpo no me atraviesa porque estoy bien ancho. El problema es que había que doblar el espinazo", ha dicho entre risas en el programa.