Qué paradoja, cuanto más anima y acude la afición, peores resultados cosecha el equipo. El Valencia, que se enfrentaba al Barcelona en Mestalla este sábado en la primera jornada de la Liga 24-25, necesitaba un triunfo en dicho encuentro si quería evitar la peor racha sin ganar como local del siglo XXI. No sólo no lo logró, sino que en el estreno del césped de Mestalla, además perdió gracias a un doblete de Lewandowski. No mereció perder, pero sucedió y las estadísticas están ahí.
El conjunto valenciano finalizó el curso pasado con una secuencia de cinco encuentros consecutivos sin vencer ante su afición y su último triunfo se produjo hace cinco meses, el 9 de marzo, cuando se impuso por la mínima al Getafe (1-0).
Desde entonces, el equipo dirigido por Rubén Baraja ha firmado un balance de cuatro derrotas y dos empates con tres goles a favor y ocho en contra.
En este tiempo ha caído ante Betis (1-2), Alavés (0-1) y Girona (1-3) y firmado tablas ante Mallorca y Rayo, en ambos casos sin goles y ahora ante el Barcelona.
De esta manera, se igualará el peor registro de seis partidos sin ganar que firmó en las temporadas 2015-2016 y 2018-2019, los dos en la época Peter Lim.
"No me imagino que Mestalla no esté con nosotros, con el equipo. No me habléis de cosas negativas en la primera jornada. Necesitamos volver a ganar en Mestalla y ojalá sea en el próximo partido. Ahora tenemos dos fuera. Estos chavales necesitan a su afición y su apoyo. Ganar en Mestalla va a ser fundamental", decía Baraja al finalizar el partido molesto al no entender que se le preguntó por estos guarismos, no porque Mestalla vaya a dejar de apoyar al equipo. La prueba evidente es otra asistencia de récord este sábado a pesar de la hora, el calor y el mes de agosto.