El Valencia CF afronta los últimos cinco días del mercado de fichajes con algunas tareas pendientes y otras que podrían darse. No se esperan demasiados cambios, ya que el club daba por cerrada la plantilla el jueves pasado con el fichaje de Luis Rioja, que ya ha debutado. Con él, Rubén Baraja tiene veinte jugadores de campo, tres porteros y algunos satélites más del filial con los que afrontará la temporada. Sin embargo, no es menos cierto que hay tres o cuatro situaciones que deben resolverse en estos días y alguna otra más que podrían saltar y cambiar la planificación en mayor o menor medida. Estas son las principales que deben quedar resueltas antes de las 23.59 horas del viernes 30 de agosto tras resolver este domingo la cesión de Hugo González.
Finiquitar el asunto Mamardashvili. Tampoco sería estrictamente necesario hacerlo del mercado si el acuerdo de traspaso al Liverpool incluye la cesión, al menos por un año, del meta al Valencia CF. En todo caso, para evitar mareos y focalizarse en lo importante, conviene resolverlo ya. Hasta Allison ha hablado de él
Baraja confiaba el jueves pasado en que saliera ya. Quedan cinco días. Aquí no cuenta, en Valencia no tiene ficha y, o sale, se le pagará para que salga. Cierto es que, otros mercados como Arabia están abiertos más tiempo y podría ser este su destino final.
En Valencia nadie oculta que vería con buenos ojos una salida. Eso sí, el Valencia CF no quiere pagar ni un euro de su ficha ni de su amortización anual y eso ha alejado a clubs como el Valladolid o el Alavés que lo pretenden incorporar. Si sale, el club de Mestalla buscaría un central para reemplazarlo. Si no, será el cuarto central hasta que vuelva Diakhaby y pasará a ser el quinto. En Turquía también lo quieren.
Obviamente, como dijo Javier Solís antes de la debacle de Vigo, el Valencia CF tiene que estar atento al mercado de fichajes. No tanto porque vayan a incorporar jugadores, sino por si algún club viene a fichar. ¿Quién niega puede negar, quedando cinco días, una nueva ofensiva por Javi Guerra? O, conociendo a Mendes, ¿cómo no contemplar la posibilidad de que pueda mover a André Almeida o Thierry Rendall?