El Valencia CF terminó el mes de agosto, el primero del curso, con los deberes por hacer y siendo colista en LALIGA durante tres jornadas consecutivas. El balance que dejaron las cuatro primeras fechas del campeonato antes del parón de selecciones fue de un punto de 12 posibles -un empate y tres derrotas- con tres goles a favor y siete en contra. Esto le mete entre los favoritos para descender a Segunda División (así lo dice la Inteligencia Artificial) antes de afrontar un mes de septiembre que empieza cuesta arriba.
Aunque las sensaciones en el último partido antes del parón de selecciones ante el Villarreal CF fueron buenas y esto puede servir como un punto de inflexión, la realidad es que no se pasó del empate jugando con uno más durante casi media hora. Ahora, el Valencia CF afronta un calendario tremendamente complicado en septiembre con cuatro encuentros -dos en casa y otros dos fuera- que definirán su situación clasificatoria tras haber transcurrido un cuarto de LALIGA.
En estas cuatro jornadas que el Valencia CF disputa en septiembre antes de visitar Butarque el primer fin de semana de octubre para enfrentarse al CD Leganés -después, habrá un nuevo parón de selecciones-, Mestalla apunta a ser clave para el elenco de Rubén Baraja. La realidad es que puntuar en el Cívitas Metropolitano o el Reale Arena está a la altura de muy pocos.
Es por ello que el Valencia CF necesita acogerse a la fuerza de Mestalla para ganar o al menos conseguir los máximos puntos posibles ante el CA Osasuna y el Girona FC. Eso, seguramente, será lo que marque en qué situación queda antes del parón.