Las apreturas económicas del Valencia CF no afectan solo a la plantilla. El hecho de que Peter Lim cortara el grifo de la asistencia económica desde hace dos años afecta a todas las parcelas del club. Refinanciar la deuda a corto plazo y encontrar dinero para acabar el Nou Mestalla en los plazos previstos no se salvan de esta oleada de recortes que atraviesa el Valencia desde hace años.
En ese sentido, para aliviar la situación, sobre todo a corto plazo, el club ha contactado con el banco estadounidense Goldman Sachs por mediación de Javier Tebas tal y como ha avanzado El Confidencial y ha podido ampliar ElDesmarque Valencia para que este, a su vez, busque inversores por valor de 120 millones de euros que permitan al club tener liquidez en caja, poder refinanciar elevada deuda a corto plazo y acometer las obras de un estadio que deberían empezar el 12 de enero próximo.
Lo cierto es que el Valencia CF lleva meses trabajando de forma activa en una operación de refinanciación para optimizar su deuda estructural. Goldman Sachs es sólo uno de los bancos con los que ha contactado para afrontar con garantías la deuda financiera y, por supuesto, la ejecución de las obras de finalización de su nuevo estadio.
El Valencia CF tiene previsto informar a sus accionistas cuando concluyan las operaciones financieras que va exclusivamente destinada a refinanciar su deuda estructural con entidades financieras (la deuda con Caixabank) y a financiar las obras de construcción del nuevo estadio..
El Valencia CF lleva meses trabajando de forma activa en una operación de refinanciación para optimizar su deuda bancaria y afrontar el Nou Mestalla.
El Valencia CF, lleva meses trabajando en esta operación pero su idea es dar cumplida información de las operaciones cuando estén formalizadas. Destinar un préstamo al Nou Mestalla es por el convencimiento de que el cambio de estadio impulsará el crecimiento deportivo y económico en las próximas décadas.
Hay dos imputs en los que el Valencia CF necesita invertir esos 120 millones de euros que, según la citada fuente, podrían estar disponibles a principios del próximo mes. El primero de ellos es la deuda. El club tiene una deuda total de 335 millones de euros tal y como refleja en sus cuentas del año pasado. La deuda neta es de 297 millones y pese a la reducción experimentada sigue siendo elevada y la amortización (pago de capital más intereses), con el aumento de los costes financieros y absorbe importantes recursos de la sociedad. En concreto, a Caixabank le debe 77.5 millones de euros por la hipoteca de Mestalla.
En concreto, a Caixabank le debe 77.5 millones de euros por la hipoteca de Mestalla.
Sobre todo porque la deuda a corto plazo asciende a 134 millones de euros, que es realmente lo que preocupa a los accionistas, ya que es la que debe afrontarse en los próximos 12 meses. Desde la pasada Junta, de hecho quizá antes, los expertos saben que la solución pasa necesariamente por reestructurar su deuda que sólo se puede hacer de dos formas: Con las obras del Nou Mestalla en marcha ya que eso es un gesto de cara al mercado: el Valencia empieza a construir y, que por ende, venderá Mestalla. La otra vía, que es compatible, pasa refinanciando directamente esa deuda para pasarla de corto a largo plazo y de ahí la petición de este préstamo ante la decisión de Peter Lim de NO financiar más.
El otro gran agujero donde el Valencia CF tiene que invertir su dinero es en el Nou Mestalla. Tras la batalla política y burocrática el Valencia CF tiene ya las licencias para construir el Nuevo Estadio y además la obligación de hacerlo antes del 12 de enero. Ante esta tesitura, el club sabe que necesita dinero para ir pagando las certificaciones de obra y lo que tiene no le da. A saber, según Layhoon Chan el estadio cuesta unos 340 millones de euros (podrían ser más). De eso, al menos quedan por pagar unos 170 millones. Para afrontar esos pagos, el Valencia CF tiene unos 85 millones del fondo CVC que le facilitó LALIGA, más unos 35 millones de euros que ingresó por la venta del terciario del Nou Mestalla a Atitlán. El club tiene activos (oficinas y otros inmuebles) valorados en unos 5 millones de euros pero, aún así faltarán como poco 50 millones de euros para completar las obras.
Siempre la idea pasó por hacer un préstamo puente, como ha reconocido la directora financiera Inma Ibáñez para cubrir esa cantidad. En esa pieza del puzzle podría encajar este préstamo solicitado a través de Goldman Sachs. Así, el pasado 14 de diciembre, tras la última Junta, al ser preguntada si ¿se puede sostener en un préstamo puente? Ya anunció el camino que ahora recorre el Valencia: "Tendremos que trabajar en una reestructuración total de la deuda, pero sí".