El Valencia CF tiene ante sí el complicado reto de ganar por primera vez en el Metropolitano y será el tercer intento de un Rubén Baraja que afronta un partido un poco más especial que el resto. El Pipo se enfrenta al equipo que le catapultó a la élite. La del Atlético de Madrid fue su última historia de amor antes de llegar al club de Mestalla, pues cabe recordar que se retiró porque no se veía con fuerzas de seguir en otro equipo.
Rubén Baraja se formó en las categorías inferiores del Real Valladolid, pero en 1996 llegó libre al Atlético de Madrid. Tras un paso por el filial, se asentó en el primer equipo y en la 1999/00 sufrió un duro revés: el descenso a Segunda División. Fue entonces cuando el Valencia CF pagó su cláusula de rescisión (2.000 millones de pesetas, 12 millones de euros al cambio). Pedro Cortés lo anunció tras la Junta General celebrada en julio del 2000 y así se hizo efectiva su llegada. El resto es historia. Ahora, el Pipo volverá a enfrentarse al club que le dio cobijo durante cuatro temporadas y que le hizo madurar como futbolista de élite.
Ahora bien, su llegada al Valencia CF no fue sencilla. Ya lo admitió en su presentación como entrenador: "Cuando llegué el Valencia, yo era la tercera opción y al final se me eligió a mí porque las otras no se dieron". Y es que la entidad valencianista tenía como mejores opciones a Claude Makélélé y a Sergio González. Estas llegadas no fraguaron y terminaron decantándose por Baraja.
Como jugador del Valencia CF, Rubén Baraja conquistó dos Ligas, una Copa de la UEFA, una Supercopa de Europa y una Copa del Rey.