El aficionado del Valencia que fue detenido el lunes tras el encuentro entre el Valencia y Las Palmas acusado de desórdenes públicos y desobediencia grave aceptó en un juicio rápido una condena firme que incluye una multa de 720 euros y la prohibición de entrar a Mestalla durante ocho meses, según ha avanzado EFE citando fuentes conocedoras del proceso.
El detenido pasó a disposición del Juzgado de Instrucción 13 de Valencia el martes por la tarde y en el marco de unas diligencias urgentes se declaró culpable de un delito de desórdenes públicos y aceptó una pena de cuatro meses y seis euros diarios, que hace un total de 720 euros, además de una pena accesoria de ocho meses sin entrar en Mestalla.
Al acabar el partido del pasado lunes, en el que el Valencia perdió por 2-3 y tras el que se situó colista, cerca de mil personas se situaron frente a la entrada principal del estadio y corearon gritos contra la directiva de Peter Lim, máximo accionista del club, y anunciando que no les dejarían salir del recinto.
Poco después se produjeron algunas cargas policiales y se incendió un contenedor en los alrededores del estadio.
La situación en el Valencia CF superó los límites y la afición ha mostrado su enfado como pocas veces en los últimos años. Tal fue sido la tesitura en las afueras de Mestalla que los jugadores tuvieron que salir escoltados por la Policía casi dos horas después del final del partido, que se saldó con derrota ante la UD Las Palmas y que dejó al Valencia CF como último clasificado de LALIGA.
Escoltados por un cordón policial, uno a uno los jugadores de la plantilla junto a sus familias abandonaron el estadio, cruzaron la calle y se dirigieron a las oficinas que están cerca