El Valencia CF ha querido estar al lado de sus aficionados desde el minuto uno que la DANA arrasó buena parte de la provincia. El club, como todos los valencianos, vio como un grupo de niños, en medio del lodazal y del barro, jugaban al fútbol para sobrellevar la tragedia. El club, la plantilla, quiso darles una sorpresa a estos jóvenes valencianistas que se han convertido en el ejemplo para muchos aficionados que atraviesan el peor momento de sus vidas.
La histórica riada vivida en los diferentes municipios de la Comunitat Valenciana ha dejado abundantes imágenes que nunca se olvidarán. Una de ellas, es la representación de la esperanza, de la inocencia y de aquello que transmite el fútbol. Un grupo de niños jugando en Aldaia mientras sus padres trataban de limpiar la inmundicia y recuperar lo poco o nada que les queda, dio la vuelta al mundo. Tocaba ayudar a esos chavales a salir de días de lodo, destrozos, escombros y coches apilados y el Valencia CF contactó con ellos para hacer posible que conocieran a sus ídolos.
"Me dijeron mis padres que íbamos a ayudar a la casa de mi compañero Álvaro porque fue quien sufrió toda el agua, así que fuimos a ayudarlo. Uno de mis compañeros, Iker, cogió una pelota y nos desahogamos y empezamos a jugar a fútbol, todo normal, como si no hubiera barro”, describe el joven Alejandro Benito.
Entre todo el lodo y la desesperación que se vivía en la localidad de Aldaia, el gesto de estos cuatro pequeños valencianistas de coger el balón y disfrutar de su deporte favorito: el balompié se convirtió en un rayo de luz, de esperanza y que, por momentos, recordó a la normalidad del día a día previa a la trágica y devastadora DANA sufrida. Un momento mágico dentro del ‘infierno’ de las calles destrozadas en este pueblo valenciano.
Los niños de la DANA protagonizaron un momento mágico dentro del ‘infierno’ de las calles destrozadas en Aldaia.
“Estuvieron ayudando como los que más, tirando de escoba, quitando barro y se encontraron una pelota tirada y surgió lo que tenía que suceder. Cuatro niños que ven un balón y se olvidan del entorno”, explica Alejandro Benito padre, que acompañó a los niños en su visita a Paterna.