El Valencia CF, con el préstamo de Goldman Sachs ha conseguido levantar la hipoteca de Mestalla. El dinero procede de fondos de inversiones americanos que no buscan el corto plazo y eso ha permitido que el club ponga como avales de los primeros 121 millones de euros de Goldman Sachs (el total son 186) los derechos de televisión y de comercialización, quitando Mestalla como prenda. Con este préstamo, que tiene dos años de carencia y que el Valencia CF empezará a pagar en enero de 2027, el club levanta todos los préstamos que tenía, incluido el que tenía el viejo estadio como garantía.
El interés es de 6,23% de media, algo inferior a los préstamos que el club tenía anteriormente con Caixabank, Rights and Media y Gedesco y que ha cancelado. Pero además, la quita también ha desaparecido. La quita fue una operación por la que, en su día, Caixabank 'perdonó' 61 millones de deuda cuando Lim compró el club. En ese momento, en 2014, el máximo accionista se comprometió a cambio con el banco valenciano a no deshacerse del 51% de sus acciones mientras esa quita estuviera vigente. Sin esa quita, Peter Lim ahora puede vender sus acciones sin ninguna penalización.
El club, con esta refinanciación de su deuda vale más para futuros compradores y con el Nou Mestalla acabado, aún más. Una década después de su llegada, Peter Lim tiene un panorama idóneo para vender sus acciones de un club en el que ha invertido entre compra y préstamos alrededor de 200 millones.
Paralelamente el club ha pedido ya a Goldman Sachs un préstamo a un año de 65 millones de euros (préstamo puente) que, cuando tenga clara la financiación del nuevo estadio, desaparecerá al ser incluido en el gran nuevo préstamo de hasta un máximo de 325 millones de euros para refinanciar el estadio. Es una deuda prevista a 25 años que parte está previsto amortizarla con lo que ingrese de Mestalla que se espera que no sea menos de 120 millones.
Ese préstamo se garantizará con todos los ingresos del propio Nou Mestalla: abonados, ticketing, naming, eventos y demás. La Financiación del Nuevo Estadio comprenderá, entre otros una hipoteca inmobiliaria sobre el Nou Mestalla; una garantía sobre los ingresos comerciales operativos del Nuevo Estadio en forma de prenda o garantías o mediante la venta o cesión de los ingresos comerciales futuros generados por el Nuevo Estadio de Mestalla a favor de los acreedores pertinentes.
Además, en este préstamo no se pone ninguna condición extra para Peter Lim. Es decir, el banco se fía de que el club va a levantar su deuda. La previsión del club es, con esta refinanciación, pagar seis millones de deuda menos al año: de 38 a 32 millones.