Tras el segundo entrenamiento de la semana, César cuenta que se encuentra "bastante bien teniendo en cuenta que llevaba seis meses parado. Estoy muy contento y pienso que cada vez estaré mejor, ya que hay un trabajo detrás de esa evolución".
César no puede negar que está viviendo una experiencia inolvidable: "Cuando uno es un niño que quiere ser futbolista, se ilusiona con este tipo de cosas. Uno no piensa ni en la fama, ni en el dinero, ni en nada. Uno piensa en jugar en un estadio lleno, y eso está siendo un sueño hecho realidad. Eso está siendo increíble y la afición se está comportando de manera impresionante. Con este apoyo, nos tenemos que dejar la vida en el campo. No podemos decepcionar a la gente".