Representantes de la AFE se reúnen con el Sporting en Valencia
Las árbitras designadas para los ocho partidos de la novena jornada de la Primera Iberdrola cumplirán el protocolo habitual pese a la convocatoria de la huelga y después remitirán sus actas a la jueza de Competición, que las estudiará el próximo lunes día 18.
La convocatoria de huelga de las jugadoras a partir de esta jornada no altera la programación de la misma, según confirmaron la Federación Española de Fútbol (RFEF) y el Comité Técnico de Árbitros (CTA), aunque para que los partidos puedan jugarse tendrá que haber un mínimo de siete jugadoras por equipo.
Este viernes representantes de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) se desplazaron a Valencia y Barcelona, donde mañana están previstos los dos primeros encuentros de la jornada, Espanyol-Barcelona, a las 13.00 horas, y Levante-Sporting Huelva, a las 18.30 horas, para acompañar a las jugadoras.
El resto de enfrentamientos están programados para el domingo 17: a las 12.00 horas Athletic Club-Tacón, Betis-Sevilla y Real Sociedad-Barcelona; a las 13.00 horas Valencia-Atlético de Madrid y a las 16.00 Madrid-Rayo Vallecano.
El jueves, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) confirmó que se mantenía la convocatoria de huelga indefinida de las futbolistas tras dar por concluida la mediación del primer convenio colectivo del fútbol femenino español ante la negativa de la Asociación de Clubes (ACFF) a la propuesta de la Dirección General de Trabajo.
"La convocatoria indefinida de huelga de partidos se mantiene y comenzará este fin de semana del 16 y 17 de noviembre, decisión que mayoritariamente tomaron las futbolistas durante la reunión informativa convocada por AFE el pasado 22 de octubre", indicó.
El sindicato, mayoritario en la mesa negociadora del convenio, estaba dispuesto a suscribir la propuesta de la Dirección General de Trabajo, que establecía "un salario mínimo anual de 16.000 euros para todas las futbolistas afectadas por el convenio" y una parcialidad que "no será inferior al 75 por ciento de la jornada máxima", es decir, seis horas diarias para un total de 30 horas semanales.
Por contra, la ACFF rechazó este planteamiento porque "obvia la necesidad de conseguir mayores ingresos" e incrementa "en un 33 por ciento los mínimos sobre los que se estaba negociando".
