La doble campeona olímpica de salto con pértiga, Yelena Isinbayeva, no se retirará mientras conserve una "mísera" posibilidad de acudir a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
"Mi ánimo no es precisamente festivo. No puedo decir lo que he sufrido. Lo asumiré cuando lo entienda o alguien me diga: 'Yelena, no vas a ninguna parte'", dijo Isinbayeva a la prensa antes de ser recibida por el presidente ruso, Vladímir Putin, en el Kremlin.
Agregó que mientras "conserve una mínima posibilidad de acudir a Río, aunque esta sea, por supuesto, mísera", no tomará ninguna decisión sobre su futuro.
"Incluso si me dejan, ya hace dos semanas que no entreno. Me dedico a estas tonterías, tribunales y pruebas. Por ahora, no está claro del todo. Si hay esperanza, reanudaré mi carrera. ¿Pero para qué? Si apenas queda nada para los Juegos", admitió.
Su entrenador, Yevgueni Trofímov, considera que no tiene sentido que la pertiguista, que tenía la mejor marca del año al aire libre (4,90), continúe los entrenamientos.
"Estamos en un callejón sin salida. Nos estamos convirtiendo en Corea del Norte, nos han rodeado por todas partes y no podemos hacer nada. Nos ponen condiciones que no se pueden cumplir. No puedo decir qué ocurrirá cuando ella vuelva a Volgogrado", comentó.
Recientemente, Isinbáyeva, que esperaba colgarse su tercer oro tras el bronce en Londres 2012, aseguró que, en caso de no poder saltar en sus quintos juegos, no tiene sentido seguir compitiendo y que a sus 34 años elige a su familia.
Durante la ceremonia en el Kremlin, la campeona olímpica denunció que a muchos deportistas rusos les habían arrebatado "de manera ruda y descarada" la oportunidad de competir en los Juegos.
"Hemos pagado los errores de deportistas menos responsables, deportistas que violaron las reglas y hoy respondemos colectivamente", dijo antes de romper a llorar y ser consolada por el propio Putin.
La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) se negó hoy a reconsiderar la decisión de vetar al equipo de atletismo ruso por connivencia con el dopaje en los Juegos de Río, en respuesta a una carta del ministro de Deportes de Rusia, Vitali Mutkó.
"Hoy llegó la respuesta de (el presidente de la IAAF, Sebastian) Coe. Agradece la carta, pero dice que en este caso no hay nada que hacer. Que la decisión adoptada en su momento por la IAAF no puede ser revisada", dijo Mutkó a la prensa.
En un desesperado intento de que la IAAF cambiara su decisión, que fue respaldada por el fallo del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), Mutkó remitió este lunes una carta a Coe en la que le pedía que defendiera los derechos de los deportistas limpios que cumplen los criterios establecidos por el COI.
Mutkó se refería a que el Comité Olímpico Internacional (COI) impuso el pasado domingo como principal requisito a los deportistas rusos para acudir a Río el no haber sido nunca sancionados por dopaje y haberse sometido a análisis por parte de agencias antidopaje internacionales.
Rusia considera un error que sean sancionadas de manera colectiva leyendas del deporte rey como Isinbáyeva, "que tiene una reputación intachable confirmada por los numerosos test a los que se ha sometido".
En estos momentos, sólo la saltadora de longitud Daria Klíshina tiene derecho a competir en Río, ya que cumple el requisito exigido por la IAAF de entrenarse desde hace varios años en el extranjero.